Andalucía

Los cafés andaluces facturan ya 53 millones de euros

Taza de café de Catunambú, empresa líder del sector en Andalucía.

Hasta 17 pequeñas empresas andaluzas, lideradas por Catunambú, compiten por la producción de café en un mercado al alza que mueve 1.332 millones de euros en España.

La producción de café en España aumentó el pasado año un 5,6% hasta acercarse a las 198.500 toneladas, con un valor de 1.332 millones de euros, suponiendo un incremento interanual del 1,5%.

Andalucía constituye aproximadamente, según la Asociación Española del Café, un 4% de ese valor total, con una facturación de 53 millones de euros entre todas las empresas cafeteras que se encuentran asentadas en la comunidad. Un total de 17 negocios muy repartidos, aunque concentrados sobre todo entre Sevilla, Málaga y la costa tropical de Granada, pues allá donde el turismo y la hostelería son abundantes, también lo es el consumo de esta bebida estimulante.

El nicho del sector cafetero en España genera 6.500 empleos directos, de los cuales unos 300 se quedarían en Andalucía (empresas tostadoras, sin contar los empleos que produce el sector Horeca, de hoteles, restaurantes y cafeterías). Un nicho de mercado que, gracias a los microtostadores, pequeños empresarios que elaboran cafés muy selectos para negocios de restauración especializados y donde el café es todo un movimiento cultural, ha repuntado en los últimos años.

El mercado nacional del café, al igual que el andaluz, se encuentra dominado sobre todo por las grandes compañías multinacionales que tienen diversas líneas de negocio. La principal empresa productora y comercializadora en España es una filial de uno de estos enormes grupos, Nestlé, y registra una producción de alrededor de 32.000 toneladas, con unas ventas de más de 935 millones de euros al año.

A pesar de estos gigantes, uno de los mayores baluartes cien por cien andaluces en este sector es Andaluza de Cafés, propietaria de Catunambú. Arraigada en el municipio sevillano de Dos Hermanas, la empresa de la que es propietaria la familia Borrás facturó en 2017, según Alimarket, 22,5 millones de euros y produjo 3300 toneladas de café. Hablamos prácticamente de la mitad de la facturación del sector a nivel regional.

Creada en 1897 por Juan Ferrer, la era Catunambú se inició en una tienda en la sevillana calle O'Donell, en pleno corazón de la capital hispalense. A partir de entonces, decenas de establecimientos se convirtieron en puntos Catunambú, constituyéndose así una importante red de cafeterías conocidas en toda España. Hoy en día, emplea a 90 trabajadores y cuenta con unos 10.000 establecimientos de todo el mundo donde sirven sus productos.

Gran parte de su facturación se debe a la exportación. Un ambicioso plan de expansión iniciado hace cuatro años y que le ha llevado a posicionarse de manera destacada en el mercado asiático: Tailandia, Malasia, Birmania o China. Asimismo, Catunambú potencia constantemente su negocio en Europa, concretamente en países como Holanda, Francia, Noruega y Alemania. En España, el principal mercado de Catunambú es Andalucía, aunque está muy bien asentado en otras comunidades tales como Madrid, Cataluña, Extremadura, Valencia y Castilla y León.

En el año 2014 Catunambú compró la antigua fábrica de Saimaza, otra empresa líder del sector, pero que finalmente se marchó de Andalucía al ser vendida al grupo holandés Jacobs Douwe Egberts.

Para Andrés Bermúdez, vicepresidente de la Asociación Española del Café, entidad que representa al 90% de las empresas cafeteras de España, "con empresas como Catunambú, al igual que el resto de asociadas en la región, el sector en Andalucía vive un momento de auge y esplendor, y tiene un futuro ilusionante. Salvo aquella, el resto de empresas tostadoras que se encuentran en Andalucía son pymes. Sin embargo, son negocios que facturan entre 1 y 5 millones de euros, y generan mucho trabajo y formación".

Salvo Catunambú, con gran presencia en retail, la mayor parte de las empresas cafeteras en Andalucía son mayoristas y proveedores del sector HORECA. Aun así, muchas de ellas cuentan con pequeñas tiendas en sus fábricas, donde sí se puede adquirir de venta al público su café molido y envasado. Un café importado hasta Andalucía desde una veintena de países de Sudamérica, África o Asia.

Tras Catunambú, la segunda empresa de más envergadura a nivel andaluz es Soto Café, con una facturación que ronda los 5 millones de euros. Y tras ella, Sevillana de Cafés, cuyas marcas son cafés AB, Insignia y Santa Cruz, con una facturación de 4 millones en 2018 (un 9% más que en el ejercicio anterior) y una producción total que ronda los 240.000 kilos. Su intención es ir subiendo en torno al 8% en los próximos años hasta alcanzar los 360.000 kilos anuales.

Otras empresas como Cafés Tamazor, son negocios cafeteros que despuntan sobremanera en la zona oriental de Andalucía. Es una de las tres empresas netamente malagueñas, junto a Carambuco y Mokasol. Empezó su andadura comercial en 1985 y está asentada en Vélez Málaga, donde dispone actualmente de una nave de 2.800 metros cuadrados. En ella ofrece un concepto que engloba fabricación, venta al por menor con una bonita tienda y formación profesional exclusiva. Todo en uno. Y es que Cafés Tamazor tiene una amplia experiencia en formar a baristas (profesionales de la elaboración y preparación del café, en su dimensión más artesanal, y que tan de moda están).

Con una facturación en 2018 de 3,5 millones de euros, un 5% más que en 2017, y unas 200 toneladas de café envasado, sus productos se distribuyen al por mayor por casi todas las provincias andaluzas, con más de 2000 clientes. Aun así, también tienen presencia en el canal de alimentación a través de pequeños establecimientos y de la cadena de supermercados Eroski.

Según su director comercial, José María Marfil, "tenemos un crecimiento sostenible. Preferimos hacerlo así y respirar, y no crecer y crecer, como hacen muchos otros, y estar ahogados. Nos va bien de esta forma, sin pretensiones por encima de nuestras posibilidades. Contamos con 30 trabajadores y tenemos un excelente canal de distribución. Más del 95% de la producción de esta compañía se vende a profesionales, y sólo el resto entre clientes particulares. Y así seguirá por el momento".

La variedad y la especialización son la seña de identidad de las pequeñas empresas cafeteras andaluzas. En este caso, el producto estrella de Cafés Tamazor es su café arábico, una de las especies más caras y apreciadas del mundo. Originaria de Etiopía, crece entre los 500 y 2.400 metros de altura, representa el 56% de la producción mundial y posee una concentración de cafeína de un 1,7% como máximo. Además, según los expertos, no sólo es un café más aromático, sino también más suave al paladar y más digestivo.

Gran parte de las empresas cafeteras andaluzas también apuestan por la fabricación de cápsulas de café monodosis. Es un producto con mucho mercado en los últimos años y ha crecido de manera exponencial. Según la consultora Nielsen, en 2018 las cápsulas generaron unas ventas de más de 400 millones de euros en España, lo que equivale ya al 46,9% del mercado de cafés en todo el país y un 2,4% más que en 2017.

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