
Francisco Carbonero, Secretario general de Comisiones Obreras en Andalucía (CCOO-A).Esta semana deja el cargo tras 14 años en los que ha vivido de todo, desde el boom económico hasta la peor crisis. Mantiene su mirada siempre crítica, pero no deja de creer en las muchas potencialidades de Andalucía.
-Fue elegido líder de CCOO-A en 2004, con un 16% de paro en Andalucía -ahora hay un 28%-... ¿Volveremos a ver esas cifras algún día?
Espero que algún día podamos volver a esas tasas e incluso rebajarlas, pero la verdad es que lo veo muy lejos por dos razones fundamentales. En primer lugar, creo que Andalucía no ha aprovechado estos años de crisis para relanzarse con fuerza con un proyecto claro de qué Andalucía queremos y cómo la queremos construir. No se ha hecho desde los partidos políticos ni desde los gobiernos. Y en segundo lugar, el capital privado sigue siendo en esta región tremendamente perezoso para hacer inversiones en la economía productiva. Esas dos cosas nos llevan a seguir pendientes de si el turismo nos va bien o si en la agricultura le sacamos fodos a la UE de la PAC? Pero nuestro PIB depende cada vez menos de los sectores industriales y de la generación de valor añadido. Por eso creo que incluso en el caso de que lleguemos al 16 por ciento de paro será por casualidad, y que si no cambia nuestra legislación laboral ese empleo será todavía mucho más precario.
-En estos años ha mantenido la interlocución con Manuel Chaves, José Antonio Griñán, Manuel Pastrana, Santiago Herrero? Todos han tenido que dimitir investigados por irregularidades o delitos. ¿Qué siente?
A nivel personal sigo teniendo buena relación con ellos, porque creo que todos son gente honesta, que han empleado una parte importante de su vida a trabajar por los demás. Muchas veces he discrepado con ellos porque no compartía sus planteamientos, pero como personas creo que le han dado mucho a Andalucía. Yo no sé si se han equivocado administrativamente o si se han hecho chapuzas en la Junta, pero intento juzgar toda una trayectoria personal. También tengo muy buena relación con Javier Arenas, que hubiera sido presidente de la Junta de Andalucía si no hubiera sido por la Reforma Laboral que le aprobó Rajoy meses antes de las elecciones andaluzas.
-Al comienzo de la crisis se hablaba de la necesidad de un cambio de modelo productivo en Andalucía. ¿En qué ha quedado?
Siempre he defendido la necesidad de un pacto de Estado en Andalucía entre los partidos políticos y los agentes económicos y sociales sobre algunas líneas generales estratégicas de futuro que, gobierne quien gobierne, se mantengan. Pero en el embarrado actual de la política es muy difícil planificar y veo a poca gente que ponga luces largas y que esté pensando de verdad en el futuro de los andaluces. Es más, creo que los andaluces no tenemos en este momento recursos económicos suficientes para salir por sí mismos de la situación actual.
-¿Tener un Gobierno central del PP y un Gobierno autonómico del PSOE complica aún más las cosas?
Me parece más grave el tema de los localismos, y ahí el PSOE tiene una gran responsabilidad en Andalucía. Por ejemplo, los localismos han impedido que Andalucía tenga una gran entidad financiera, arraigada en el territorio, con capacidad suficiente para financiar el desarrollo económico de Andalucía. Si hay que apuntarle un gran fracaso al PSOE en Andalucía es éste. Habiendo tenido oportunidad, no lo ha hecho. La única gran Comunidad que no tiene una gran entidad es ésta. Veremos a ver en qué queda Unicaja.
-¿Pero el Gobierno central maltrata a Andalucía, como dice la Junta?
Creo que los Gobiernos centrales del PP y PSOE no nos han tratado con excesiva generosidad a Andalucía. Es cierto que hubo un avance en 1992 que permitió no quedarnos descolgados del resto de España. Pero han pasado 25 años y nos hemos quedado ahí. Cuando ha gobernado el PSOE en España, la Junta se ha mantenido en silencio y poco reivindicativa, y cuando ha gobernado el PP, la Junta ha preferido la confrontación. Pero lo cierto es que en estos momentos necesitamos del Estado. En estos años de crisis, Andalucía ha perdido cuatro puntos de convergencia con España y si no hay inversión del Estado no vamos a levantar cabeza.
-¿Era bueno o malo que Susana Díaz fuera secretaria general del PSOE?
Que una andaluza sea líder de un partido nacional y opte a la Presidencia del Gobierno siempre me parecerá bueno. Pero dicho eso, está claro que tendría que haber cambios importantes en la Junta. Esa responsabilidad era absolutamente incompatible con presidir el Gobierno de Andalucía.
-¿Qué medidas considera prioritarias en Andalucía?
Una de las cosas que tiene que hacer Andalucía es una gran reconversión del sistema agrario. Andalucía no puede dar empleo a 525.000 cartillas agrícolas que hay ahora mismo. Eso es un grandísimo problema, porque hay un enorme segmento de la población rural que está malviviendo y eso es una bomba. Por otra parte, uno de los grandes retos de Andalucía, y más concretamente de nuestros empresarios, es buscar las redes de comercialización de nuestros productos. Y también hace falta una inversión en infraestructuras importante que lo facilite.
-¿Se refiere a alguna infraestructura especialmente?
Es importante que España y la UE sean consciente de que el continente africano va a entrar en un proceso de desarrollo y Andalucía es la plataforma europea para esa entrada. Si cruzamos el Estrecho de Gibraltar vemos que el Reino de Marruecos sí está invirtiendo en grandes infraestructuras para convertirse en esa plataforma de desarrollo del continente africano. Y mientras, nosotros seguimos sin creer en ello.
-¿Qué le pide a los empresarios andaluces?
Necesitamos una revolución en la mentalidad de muchos empresarios andaluces. Es necesario que sean menos conservadores y busquen menos el rentismo. Deben apostar por la inversión productiva, por innovar.
-Póngame un ejemplo de buen empresario andaluz.
Paco Cosentino es un ejemplo. Ha revolucionado un sector tradicional como el mármol de macael y ha sido capaz, desde una zona con dificultades de conexión, expandirse a todo el mundo. Pero empresarios como él siguen siendo minoría. La mayoría sigue en otro modelo empresarial basado en el rentismo y sin una apuesta por una inversión productiva, sin muchos riesgos.
-Cosentino y otros 800 empresarios se han reunido este mes en Almería para pedir el Corredor Mediterráneo frente al Central. ¿Lo comparte?
Creo que los dos corredores no son incompatibles. Es necesario ese pasillo de Almería hacia Europa a través del Corredor Mediterráneo, pero también es verdad que tenemos ahí un Corredor Central que requiere mucha menor inversión. Los andaluces tenemos que seguir defendiendo que el Corredor Mediterráneo llegue hasta Almería, pero también que se haga cuanto antes ese Corredor Central, que está ya bastante colocado y desde el que se puede enganchar a Granada o Málaga. Y hay que ser realista. Si alguien cree que en los próximos 10 ó 15 años va a llegar el Corredor Mediterráneo hasta Algeciras es muy optimista. Yo lo veo muy difícil. Hay que ver las cosas con cierta perspectiva y si no desarrollamos ya el Corredor Central, que nos permita conectar Algeciras, y al que se podrá enganchar Valencia e incluso Portugal, estaremos perdiendo una gran oportunidad como región y como país. Y el Gobierno andaluz tiene que ponerse al frente de este proyecto y reivindicarlo con fuerza. Y el PP debe cambiar su chip y defender los intereses andaluces frente a Rajoy.
-En materia de empleo, ustedes le reprochan al Gobierno su reforma laboral, ¿y a la Junta?
Hombre, la Junta también tiene una enorme responsabilidad en la situación actual. Y la principal dejación de funciones ha sido en materia de políticas activas de empleo, que no ha aplicado en esta región en varios años. Se lo he dicho personalmente a la presidenta porque creo que es una gran irresponsabilidad. La excusa para no aplicarlas no puede ser que alguien usó mal la formación, que habrá que demostrar quién. En otras comunidades también se han producido irregularidades y se están investigando, pero no se ha paralizado el sistema. Y no sólo ha sido en políticas activas de empleo. Es que, tras el escándalo de los ERE, la Administración autonómica lleva unos años paralizada y colapsada, y eso es una clara responsabilidad de la Junta.
-Al margen de posibles irregularidades, ¿a los cursos de formación hay que darles una vuelta para que sirvan a su cometido de empleabilidad?
Yo creo que lo que no se puede permitir es que imparta formación todo el que pase por la puerta. Hay que tenerlo todo mucho más controlado. No pongo en cuestión que la formación la hayan hecho los alumnos que se declaran, sino el tipo de formación y su calidad. Hace falta proyectar una formación muy enfocada a la empleabilidad. Podemos poner un curso de máquinas quitanieves en Écija, pero la posibilidad de empleabilidad ahí es complicada...
-¿El autoempleo es el futuro o una burbuja obligada por la crisis?
A mí me parece perfecto que haya gente con iniciativa y que monte su pequeño negocio. Pero tenemos que pensar en términos más generales, y en mi pueblo no se van a comprar más tomates porque haya más fruterías. El emprendimiento está bien como concepto, pero tenemos que bajarlo a la realidad de nuestro mercado laboral y de nuestra economía. Y esa realidad nos dice que cada vez hay más autónomos dependientes de una misma empresa, con lo que resulta que es una trampa. Te despido y te doy una indemnización, pero ahora te haces autónomo y sigues trabajando para mí; lo que pasa es que eres tú el que pones tu furgoneta y las cotizaciones, y me sales más barato.. Eso no es emprendimiento. Es otra cosa. Es ruina.
-Y mientras, sigue creciendo el número de ?trabajadores pobres??
El gran problema actual es la calidad del empleo que se está creando, mal pagado, absolutamente precario, que está generando unas bolsas de fraude fiscal y a la Seguridad Social tremendas y que está poniendo en el abismo al sistema público de pensiones. Las condiciones del empleo están mermando nuestro sistema del bienestar y la reforma laboral ha sido una pieza clave en esta situación. Frente a la crisis, como el Gobierno no podía devaluar la moneda ha devaluado el empleo.
-Los técnicos de Hacienda evalúan la economía sumergida en Andalucía en el 25%, unos 35.000 millones de euros anuales? A eso hay que meterle mano.
Una Comunidad que se resigna a vivir en esa situación durante mucho tiempo convierte en crónica esa enfermedad. Si no combatimos eso no será posible mantener políticas públicas de igualdad, ni inversiones, ni la sanidad? El problema es que las Administraciones Públicas están siendo complacientes con esta situación porque es un colchón tremendo de conflictividad social. Por eso son tan permisivos.
-¿La renta mínima qué supondría?
Nosotros no estamos pidiendo en estos momentos, porque sabemos que es inviable, una renta básica garantizada para todo el mundo. Lo que estamos diciendo es que, por ejemplo, en Andalucía tenemos más de 600.000 parados que no cobran absolutamente nada. Por eso nosotros pedimos una renta mínima que permita sobrevivir a esas personas. Son bolsas de pobreza que hay que tratar. Nosotros no estamos por la caridad de los bonos de la luz o de comida. Queremos que haya unos derechos que permitan la dignidad de los trabajadores en paro.
-Dígame un sector por el que apostar para el futuro de Andalucía.
Si alguien cree que a Andalucía van a venir grandes inversores a montar fábricas de coches o de otro tipo, está equivocado. Ahí lo tenemos difícil, porque hay otros países con mano de obra más barata. Nosotros podemos ser y debemos ser innovadores en la transformación de los productos agrarios y en cómo los comercializamos a todo el mundo.