La aplicación de compraventa de ropa online, puesta en marcha por una pareja de emprendedores malagueños, prevé superar este año los 30 millones de facturación.
Los anuncios publicitarios en televisión suelen hacer crecer las ventas de las empresas que los ponen en marcha, aunque pocas veces una campaña de una entidad española había tenido tanto éxito como la de chicfy, la aplicación de compraventa de moda para dispositivos móviles creada por dos emprendedores malagueños que ha multiplicado sus ingresos gracias al exitoso anuncio del "Claro que si, guapi". Con apenas cuatro años de vida la aplicación ha conseguido convertirse en la plataforma más popular de España para comprar y vender ropa a través de Internet.
La campaña, creada por el equipo de chicfy y la productora creativa Randm, ha marcado un antes y un después en el desarrollo de la compañía. Según han indicado a "el Economista Andalucía" desde chicfy, solo un mes después del lanzamiento del spot los registros en la aplicación ya habían aumentado un 120%, las vendedoras un 150% y las prendas subidas a esta red un 100%, las cifras superaron todas las previsiones y metas que se había marcado la empresa.
"A pesar de un inicial rechazo con comentarios negativos, éstos eran directamente proporcionales a las ventas: cuantos más comentarios negativos, más ventas, pero poco tiempo después, las respuestas de las redes se tornaron positivas convirtiendo a la app en trending topic en numerosas ocasiones y posicionando chicfy en sus máximos históricos de búsquedas en Google", han destacado desde la entidad.
Actualmente, la plataforma cuenta con más de seis millones de usuarias (es solo para el público femenino) y ofrece más de 8,3 millones de prendas, cada segundo se sube un nuevo objeto a este mercadillo virtual y cada seis segundo se produce una nueva venta.
Durante 2016 en la plataforma se publicaron más de 2,5 millones de prendas y se vendieron unas 670.000, además la página web recibió más de 47 millones de visitas. Todas estas cifras generaron en la empresa una facturación cercana a los 20 millones de euros, para este año las previsiones de crecimiento son tan positivas que la compañía espera superar los 30 millones.
Chicfy da empleo a 25 personas que trabajan en cinco equipos: marketing, tesorería y contabilidad, desarrollo técnico, curación de contenidos y atención al cliente.
El funcionamiento de la plataforma es muy sencillo, las vendedoras suben a sus perfiles fotos de los artículos que quieren vender y establecen un precio y chicfy se encarga de recepcionar el dinero y entregarlo a su propietaria una vez que la clienta reciba su pedido.Los ingresos de la compañía proceden de que recibe un tanto por ciento de cada una de los artículos que se venden en este mercadillo digital.
Desde chicfy han asegurado que desde que iniciaron su andadura han permitido a sus usuarias "ahorrar más de 80 millones de euro sobre el precio de adquisición de las prendas". Además, según han comentado la plataforma se han convertido en una fuente de ingresos para algunas de sus usuarias que se dedican a comprar prendas de marcas cotizadas en tiendas de "oultet" para revenderlas en esta plataforma digital.
Una historia de éxito
Esta idea sencilla basada en la economía colaborativa que ha convertido a chicfy en una de las startups españolas con más éxito surge en el seno de una pareja de jóvenes emprendedores que tras fracasar con un negocio de hostelería que les acarreó una cuantiosa deuda, decidieron volver a probar suerte con la moda, un sector que apasionaba a ambos.
En esta curiosa historia de éxito empresarial también jugó un papel importante el azar, y es que, sus protagonistas, Laura Muñoz y Nono Ruiz, lograron saldar la deuda de su primer negocio participando en un concurso de televisión en el que ganaron 185.000 euros. Tras una inversión de apenas 4.000 euros en febrero de 2013 nació chicfy con el objetivo de convertirse en un "vaciador profesional de armarios", apenas cuatro años después de su creación ya se ha convertido en uno de los portales de compraventa de moda más relevantes de España.
Como ninguno de los dos tenía experiencia en el sector de las nuevas tecnologías, encargaron la creación de la plataforma a una empresa especializada y ellos se centraron en perfeccionar la idea.
Una de las claves del éxito se basa en que para iniciar su andadura contactaron con blogueras de moda populares en Internet para que vendieran sus prendas en chicfy, esto provoco que en el primer día de andadura se vendieran más de 200 prendas y se registraran unas 1.400 usuarias. Esta campaña de marketing no les supuso ningún coste y permitió dar a conocer la empresa.
chicfy siguió creciendo de manera progresiva y logró captar el interés de varios inversores que aportaron importantes cantidades de capital a la empresa.
Los nuevos ingresos permitieron poner en marcha una campaña publicitaria en televisión que, basándose en comentarios simples que usaban las usuarias, pretendía captar la atención y aumentar el número de registros y ventas, lo que no imaginaban es que la expresión "Claro que si, guapi?" se convertiría en un fenómeno viral multiplicando todos los parámetros de la entidad.