Andalucía

El precio de la hortaliza se dispara en el mercado y cae en el campo

venta de hortaliza en mercados andaluces. Foto: Alex Zea.

La ola de frío que azotó Europa a mediados de enero aún está dejando sus consecuencias en el campo andaluz, y es que a las pérdidas de la cosecha que dejó la inusual bajada del mercurio en Andalucía se suman ahora los efectos que la escasez de producto ha provocado en el mercado, que no son otros que una destacada subida de precios para los consumidores y un desplome para los agricultores.

El responsable de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora explica a el "Economista Andalucía" que la situación es la siguiente: el frío arrasa la cosecha de países centroeuropeos como Italia y Grecia, los cultivos andaluces, aunque no se ven tan afectados si que sufren pérdidas de producción, esto provoca en el mercado una ausencia de oferta y un consecuente incremento de precios en origen, las grandes cadenas de distribución para hacerse con el poco producto que hay y trasladan la subida al consumidor final de una forma "muy abusiva".

Tras esas primeras semanas de escasez de hortalizas, principalmente calabacín y berenjena, el campo andaluz comienza a retomar la normalidad y la producción, aunque no alcanza los parámetros de años anteriores, comienza a recuperarse. Esto genera una considerable bajada de los precios en origen, es decir, los agricultores comienzan a cobrar menos por sus productos, sin embargo las grandes cadenas de supermercados mantienen los mismos altos precios y el consumo no consigue reactivarse.

En las primeras semanas de febrero los precios de las hortalizas en el campo se han desplomado, pero esto no ha repercutido prácticamente nada en lo que paga el cliente. En el caso del calabacín los precios en los supermercados se han incrementado un 14 por ciento, mientras que las cotizaciones en el campo han caído un 62 por ciento, lo mismo sucede con la berenjena, los precios para el consumidor han crecido un 17 por ciento y para el productor se han reducido un 35 por ciento.

"De nuevo, agricultores y consumidores estamos siendo víctimas de las prácticas especulativas de las cadenas de distribución que quieren recuperar a marchas forzadas sus habituales márgenes sin importarles los fundamentos objetivos del mercado: oferta y demanda", lamenta Góngora, asegurando que la situación en el campo no ha variado tanto en estas pocas semanas como para propiciar un derrumbe de los precios tan significativo.

El representante de COAG destaca que las cotizaciones de berenjenas y calabacines que llegaron a estar por encima de los tres euros, ahora se encuentran por debajo de los cincuenta céntimos, mientras que los consumidores siguen pagando entre cuatro y cinco euros por un kilo de hortalizas como éstas o los tomates.

Las hortalizas que se producen en el litoral andaluz están debilitadas porque en lo que va de invierno han sufrido temporales de frío, lluvia y viento, lo que ha provocado que algunos agricultores estén vendiendo sus productos por debajo de los costes de producción.

Góngora asegura que el pequeño comercio, las fruterías y los mercados de abasto, si han comenzado a bajar los precios de las hortalizas, por lo que confían que la preferencia del cliente hacia este tipo de establecimientos haga reaccionar a las grandes cadenas y la situación se normalice en las próximas semanas.

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