
Avances que podrían parecen futuribles o parte de una película de ciencia ficción, son ya una realidad que pueden mejorar en gran medida nuestra salud y calidad de vida: prótesis low cost descargables de Internet y listas para imprimir en 3D por menos de 30 euros; impresión 3D de órganos vitales -por ejemplo, un corazón-, que permitirán practicar a los cirujanos antes de la intervención para reducir riesgos; sistemas de telemetría y biosensores que, alojados en nuestra ropa o en wearables, permitirán monitorizar nuestro estado de salud o kits avanzados de autodiagnóstico para hacernos en casa que detectan, entre otras enfermedades, el cáncer de colon.
Estos son sólo algunos de los ejemplos que ya son una realidad en cuanto a aplicación de TIC y nuevas tecnologías a la medicina. Sin embargo, su incorporación a la salud pública en ocasiones se dilata en exceso.
Tecnologías como bio y nanosensores, impresión 3D, robótica, inteligencia artificial, data mining o cloud computing, entre otras, tienen aún mucho que aportar a la salud y el bienestar. En España, y especialmente en Andalucía, hemos sido pioneros en eSalud en muchos aspectos y, sin embargo, todavía existe un largo camino por recorrer. Existen tecnologías que, de manera integrada y coordinada, podrían incrementar la eficacia del sistema sanitario, mejorar la calidad de vida de enfermos crónicos, ahorrar tiempo y dinero en intervenciones quirúrgicas y mejorar los sistemas intra y extra hospitalarios.
En Andalucía, hemos sido muy conscientes de ese potencial y hemos sido pioneros en implantar proyectos de eSalud, como la historia clínica electrónica, la receta XXI, la plataforma multicanal Salud Responde o la iniciativa we-health, impulsada por la Universidad de Córdoba para mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de la monitorización y la tecnología inteligente.
Sin embargo, también existen importantes desarrollos de las empresas TIC andaluzas que todavía están lejos de llegar al paciente a través de la sanidad pública. La mayoría de las innovaciones más punteras de las empresas andaluzas siguen siendo para las clínicas y hospitales privados.
Entre las medidas que podrían facilitar y acelerar la incorporación de estos avances tecnológicos a la salud pública destaca el establecimiento de un marco legal en salud digital, así como una estrategia a medio y largo plazo que integre las TIC en la Sanidad. También es importante incorporar profesionales TIC que evalúen la idoneidad de las tecnologías para cada proceso y así vencer las resistencias de los cantones hospitalarios. Por último, deberíamos superar complejos y vender mejor nuestros casos de éxito, para posicionar a Andalucía donde se merece, un referente en innovación tecnológica de eSalud.
Isabel Hormigo, Responsable técnico del sector TIC en Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA).