Conectar mejor los puertos a la red ferroviaria o ampliar las interconexiones energéticas, oportunidades claras para la comunidad.
Los anuncios de una inversión europea de 300.000 millones euros que se están realizando parecen muy interesantes desde la óptica económica. Por lo que se sabe, se pretende que las inversiones vayan destinadas a dotar de mejores infraestructuras productivas a toda Europa, no se trata de un mero plan de inversiones para reactivar transitoriamente la economía de la zona.
La construcción del mercado único de bienes y servicios debe ir acompañado de las infraestructuras oportunas para hacerlo realidad. La libre circulación de bienes y servicios y la libre circulación de los factores de producción requieren de estas dotaciones para que pueda funcionar de una forma eficiente.
Las influencias de estas mejoras sobre el tejido productivo de la Unión se notarán a largo plazo, pero ya a corto plazo supondrán un impulso debido a la inversión, uno de los componentes de la demanda agregada que puede hacerla crecer. En momentos como los actuales, con Europa rozando la recesión, esta ayuda al crecimiento de la economía puede ser muy interesante.
Además, el coste puede ser menos elevado que hacerlo en otros momentos porque existe capacidad productiva infrautilizada, lo que aconseja también la oportunidad de acometer estas inversiones.
La financiación de estas inversiones se realizaría en un momento de bajos tipos de interés, lo que supone otro aliciente. Lo realmente interesante es que se destinen a las necesidades de inversión más eficientes. Hay países que debido a sus crisis fiscales han tenido que posponer inversiones muy eficientes y de no excesiva cuantía, sería esta una oportunidad de ponerlas en marcha.
En el caso de Andalucía, conectar las redes de transporte de mercancías de sus puertos por vía férrea por ejemplo, podría ayudar a disminuir los costes de transporte de sus producciones y mejorar las opciones competitivas de sus bienes y servicios. También las interconexiones energéticas, si se llevan a cabo, podría ayudar a su economía a mejorar sus costes y por tanto su competitividad. A mayor plazo, esto supondría mejorar las condiciones para que se instalen empresas y en consecuencia crezcan el empleo y las rentas.
Parece oportuno que se procure atraer estas inversiones y se facilite su aplicación, las ventajas a corto y medio plazo parecen evidentes, hacerlo en los sectores donde más carencias existan es una oportunidad que ayudará a potenciarlos.
Si se organizan adecuadamente, se dejarán sentir en toda Europa a medio y largo plazo. Todo ello contribuirá a mejorar el grado de integración de sus economías con las consecuentes ventajas permanentes para toda la Unión Europea.
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