Las empresas españolas están entre las que han tenido más problemas y con más coste para financiarse.
En estos días está previsto que se publiquen los resultados de las pruebas a las que han sido sometidas las entidades financieras europeas que van a pasar a estar supervisadas por el Banco Central Europeo.
En el caso español serán 14, desde Santander a Cajamar. El criterio establecido es que sumen más de 30.000 millones en gestión de activos. El número total de entidades revisadas ha sido de 120, son las más importantes y en consecuencia las que podrían representar riesgo sistémico: suman más del 20 por ciento de los activos bancarios europeos.
Curiosamente, sólo Alemania supera a España en número de entidades chequeadas. Esto es así por el fuerte proceso de concentración bancaria derivado de la reestructuración y saneamiento en España, que ha reducido significativamente el número de entidades y aumentado su tamaño.
A partir de noviembre la regulación y supervisión será ya europea y no nacional, estará en marcha el Mecanismo Único de Supervisión. Esto es un paso muy importante dentro del proceso de integración económica europea. En paralelo se está diseñando y avanzando en el mecanismo de resolución de crisis bancarias, aunque quedan aún temas pendientes por cerrar y completar adecuadamente.
Todo esto debe ser beneficioso para España, su sistema financiero ha sido ampliamente revisado en el proceso de saneamiento y se espera que sus entidades obtengan buenos resultados en las pruebas. Esto ayudará a reforzar la confianza en estas instituciones, lo que se traducirá en una mejora del importante papel que juegan en la economía.
En los últimos tiempos las empresas y familias, como consecuencia de la crisis bancaria, han tenido dificultades para financiarse. Que se restablezca la normalidad en el sistema es bueno para facilitarles el acceso a esa financiación. De hecho, las empresas españolas están entre las que han tenido más problemas y con más coste para financiarse en los últimos tiempos y esto ha sido una desventaja competitiva en comparación con otros países europeos. A partir de ahora, paulatinamente, sus condiciones de financiación mejorarán y los costes financieros irán convergiendo con Europa.
Todo esto facilitará que pueda fluir el crédito en mayor medida y en consecuencia que aumente la inversión y la demanda. Andalucía, dado su alto potencial, en este contexto puede ser de los territorios más beneficiados.