El grupo turolense Tervalis, a través de su filial de alimentación animal Fertinagro, pretendía adquirir las instalaciones de Foret para completar la inversión que ya hace en la antigua planta de Nilefós en el Polo Químico.
Las negociaciones entre Fertinagro y Foret se han roto esta semana por tercera vez desde que comenzaron hace algo más de un año y parece que será la definitiva. Fertinagro, que está ultimando una inversión de 10 millones para reutilizar las instalaciones productivas de la antigua Nilefós también en el Polo Químico, quería asumir la planta de Foret para completar su proyecto industrial en la zona. Se trata, en el caso del proyecto sobre Nilefós, de la primera inversión industrial nueva en el polo de Huelva desde hace décadas. Fertinagro, pese a la ruptura, se ha declarado dispuesto a encarar cualquier opción tras la reversión de los terrenos de Foret a su propietaria, la Autoridad Portuaria de Huelva.
Foret, que cesó su actividad a final de 2010 como consecuencia de la clausura por orden de la Audiencia Nacional de la fábrica de Fertiberia, negociaba desde entonces con Nilefós el traslado de sus instalaciones. La compañía reduciría así el coste del desmantelamiento completo de las mismas, estimado en 110 millones de euros. Los 140 empleados de Foret fueron despedidos, parte prejubilados y otros 85 agrupados en la categoría de recolocables, que ahora se quedan a expensas de saber si finalmente Fertinagro contará con las instalaciones de la empresa clausurada o no.
El proyecto de Fertinagro preveía crear en Foret una planta de productos para nutrición humana, así como fosfatos para fertirrigación. Los dos proyectos sobre las antiguas plantas de Nilefós y Foret preveían crear 120 empleos, preferentemente para los ex empleados de ambas empresas.
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