Andalucía

Abengoa pide al Gobierno español que impulse el biofuel E-10 como Francia o Alemania

Manuel Sánchez Ortega, CEO de Abengoa.

El consejero delegado de la compañía, Manuel Sánchez, alerta contra las importaciones "no transparentes" de etanol a la UE.

Abengoa ha abierto hoy en Sevilla la décima edición del congreso World Biofuels con un mensaje de optimismo sobre el futuro del sector, tras la zozobra vivida en 2008, aunque con claras advertencias sobre las trabas que afronta su despegue definitivo, especialmente en la Unión Europea.

Sánchez Ortega, que comparó en su intervención la apuesta clara de EE UU por el etanol (especialmente el de segunda generación) con las dudas y la descoordinación en la UE, lanzó varios mensajes claros tras un año 2010 que ha visto como la producción mundial de esta gasolina 'verde' crecía un 18 por ciento.

"Es difícil entender técnica, política y medioambientalmente que haya países europeos que no apoyen un mercado unificado para los biocombustibles". En concreto, el directivo se dirigió al Gobierno español: "Solicito que elimine las disposiciones legales que impiden el desarrollo del E-10 como en otros países de la UE o EE UU".

El E-10 es una gasolina con un 10 por ciento de bioetanol, mientras que España apuesta por mezclas de sólo el 5% en la gasolina. Francia ya ha impulsado este combustible, presente en el 20 por ciento de sus gasolineras y que acapara ya el 12,5 por ciento del consumo total de gasolina del país vecino. Suecia, Finlandia y, significativamente, Alemania, están dando pasos para potenciar el E-10, recordó Sánchez Ortega.

Importaciones no transparentes

En segundo lugar, el directivo alertó contra la "competencia desleal de las crecientes y no transparentes importaciones de etanol" que se han venido produciendo en 2010 y continúan en 2011. Equiparó esta circunstancia con la vivida por el biodiesel en 2008 y 2009, que se palió modificando la fiscalidad de las importaciones de ese tipo de biofuel. Por ello, solicitó "la urgente armonización del código arancelario para todo el etanol que se use como combustible".

En tercer lugar, fue también muy contundente respecto a las "dudas y cortoplacismo en los planteamientos de ciertos países" de la UE ante los biocombustibles de segunda generación. Estos biocarburantes usan residuos agrícolas y no trigo, soja o maíz, como materia prima. Una vez más, se refirió a cómo el debate entre primera y segunda generación ha quedado resuelto en EE UU, mientras sigue indefinida la estrategia en la UE.

Sánchez Ortega terminó asegurando que los países que se comprometan con las generaciones futuras a través de su estrategia con una movilidad sostenible y la independencia energética "serán recordados por ello", mientras que los que no lo hagan "serán acusados de no hacerlo".

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