Andalucía

El campo espera que la CHG abra el puño y dé más riego tras las lluvias de primavera

  • Feragua estima que se podría llegar a 1.800 metros cúbicos por hectárea
  • El organismo regulador fijó 1.000 en febrero, revisables al alza si llovía
  • Sectores como el arroz podrían sembrar algo si hay dotación suficiente
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Tres meses y alrededor de 200 litros por metro cuadrado después, la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir vuelve a reunirse el día 11. El campo andaluz espera que las lluvias caídas durante marzo y abril sirvan para que el organismo de cuenca abra la mano respecto a las estimaciones en un contexto muy pesimista que se hicieron en febrero pasado, y amplíe las dotaciones de riego establecidas inicialmente.

La principal organización de regantes, Feragua, indica que "tras las lluvias de marzo y abril, hay margen para elevar notablemente la dotación mínima anunciada para los riegos en la Cuenca del Guadalquivir".

Tras reunirse con sus asociados, Feragua ha acordado trasladar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir la petición de un desembalse de 600 hm3 para la próxima campaña de riego, lo que significaría 350 hm3 menos de los inicialmente aprobados para la campaña anterior. Asimismo, se ha decidido solicitar el desembalse de 50 hm3 adicionales en octubre, que se dedicarían exclusivamente a atender las necesidades de la arboleda en esa fecha.

Provisional

El organismo de cuenca anunció en la última Comisión de Desembalse en febrero una dotación mínima de 1.000 m3/ha. Habida cuenta de las lluvias de primavera que se han producido y las aportaciones que han generado a los embalses han situado el sistema de regulación general con un volumen embalsado en el entorno de 1.600 Hm3, Feragua considera que hay margen notable para elevar la dotación disponible para la próxima campaña. Se podría pasar de esos 1.000 metros cúbicos por hectárea a 1.800. Hay que tener en cuenta que la dotación en un año que se alcance el 100% es de 6.000 metros cúbicos por hectárea.

En febrero pasado, la Comisión anunció restricciones severas respecto a la campaña anterior, cuando el desembalse llegó a 2.800 metros cúbicos por hectárea, prácticamente la mitad de la dotación completa de las concesiones. Este año la primera previsión era de una sexta parte, revisable al alza si llovía, tal y como ha ocurrido. Si había ausencia total de precipitaciones en primavera, dijo la CGH, la cifra se quedaría en 450.

Pérdidas

Con estas cantidades las pérdidas para los agricultores estaban garantizadas. Las siembras de otoño e invierno ya se perdieron. Y en el arroz, si el año pasado sembró un 50% de la superficie este año hubo momentos en los que apuntaba a cero. Ahora se podría sembrar en alguna parcela. Si la CHG es generosa, hasta en un 30%. Con una dotación suficiente podría haber también suficiente como para sacar adelante una cosecha de algodón.

La ausencia de pastos ha llevado a los ganaderos a cuantiosos gastos en piensos, que también están por las nubes por la guerra en Ucrania. Los cultivos leñosos, como olivar, almendro y cítricos, también se han visto afectados, aunque han levantado algo cabeza con las últimas lluvias.

Desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Jaime Martínez-Conradi indica que toda el agua que se dé es poca para las necesidades actuales del campo e insiste en la necesidad de acometer obras en infraestructuras con la mirada en el medio y largo plazo.

Marzo y abril

Según el informe pluviométrico mensual de la CHG, este mes de abril ha sido húmedo. Las precipitaciones más abundantes se han registrado en la zona oriental, concretamente en la cabecera del río Guadalquivir y en la Sierra Sur en la provincia de Jaén. El dato es importante por cuanto se han podido nutrir los embalses de cabecera de cuenca, claves en la regulación.

En concreto, en el Tranco de Beas se registraron 124,8 mm en el mes de abril, que se suman a los 109,7 de marzo (desde el 1 de octubre el acumulado asciende a 472,1); en el Aguascebas se recogieron 118,2 en abril y 128,3 en marzo (582,8 en lo que va de año hidrológico); en La Bolera 113,9 en abril y 107,7 en marzo (383,2 desde octubre) o el Quiebrajano 123,8 en abril y 155,9 en marzo (573,8 el acumulado anual).

Los agricultores esperan ya agua, pues este año el inicio de desembalse se retrasa a mediados de mayo o primeros de de junio y otros (2021 sin ir más lejos) se inició a final de marzo

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