Luca de Meo, presidente de Seat y responsable del grupo Volkswagen ha declarado hoy en el Agora de El Economista, patrocinado por Endesa y El Corte Inglés, que las inversiones del grupo no "las afectará el nacionalismo". Además, el directivo ha remarcado que Seat se siente "orgullosa", de ser de Barcelona, aunque matizó que él "se dedica a hacer y vender coches" y prefiere no entrar en el tema nacionalista. Aun así, apuntó que sólo han tenido un día problemas logísticos por la dificultad de que llegará a la fábrica un camión. Así le hemos contado la intervención en directo.
Consciente de que nos encontramos a las puertas de "la cuarta revolución industrial", el presidente de Seat ha dejado claro que se avecinan tiempos de cambio en los que no será la industria la que cambie la sociedad, como ha pasado otras veces, sino más bien será la propia sociedad la que, con sus nuevas conductas, obligue a cambiar la industria.
La generación millenial cada vez tiene más peso en el mundo laboral y este tipo de cliente valora la experiencia más que el producto. Es por eso que las compañías de automóviles están a punto de pasar de ser meros fabricantes de coches a ser proveedores de movilidad.
El máximo representante de la firma española ha anunciado que de aquí a 2021 llegarán seis nuevos modelos eléctricos e híbridos enchufables a las gamas de Seat y Cupra (en suma). También se está trabajando en una nueva plataforma eléctrica que será implementada en coches más baratos, porque la "democratización de este tipo de tecnología es clave si se quiere proyectar hacia el futuro". Todo ello, incluido el desafío de desarrollar materiales avanzados y de bajo coste, se enmarca dentro de la estrategia global del grupo VW, que va a invertir 30.000 millones de euros en electrificación en los próximos cinco años.
También ha hablado Luca de Meo del coche autónomo, al que considera como la solución para abaratar la movilidad y la siniestralidad en carretera. Sostiene que se podrían reducir los costes en un 90% y que, eliminando el factor humano, los desplazamientos serían diez veces más seguros de lo que ahora son. Pero para que todo ello llegue, primero tiene que estar lista la legislación.
Por otra parte, "nosotros tenemos que hacer las cosas bien. Debemos arrancar rápido el motor y poner a prueba nuevos modelos de negocio. Seat debe incorporarse rápidamente a la autopista del progreso, cooperando de forma muy fluida con el resto de actores. Se necesita mucha agilidad para adaptarse y poder liderar en todos estos campos".

Con la vista puesta en el futuro
Aunque el coche eléctrico y autónomo están aún por implantar, en la compañía miran ya un paso más allá y piensan en la formación de sus empleados como un valor seguro para no estancarse y seguir creciendo dentro de un panorama ampliamente cambiante. Dentro de diez años, el 50% de los trabajadores desempeñará tareas diferentes a las de hoy. En el caso del automóvil, llegarán las estructuras 5G, las estaciones de carga o las nuevas formas de entender el diseño. Se abre un abanico de posibilidades tan amplio, que, según sostiene de Meo, "debemos tenerlo bien presente para acompañar a nuestros empleados a reinventarse". Seat invirtió 23 millones de euros el año pasado en formación, por encima de la media, y todo parece poco.
¿Qué coche se compraría?
Ya en el turno de preguntas, los asistentes al Ágora de El Economista quisieron saber ante la gran confusión que hay hoy en el mercado qué tipo de coche se deben comprar. Y la respuesta de Luca de Meo fue: "depende". Explicó que hace unos años, la alternativa era gasolina o diésel y en función de los kilómetros recorridos compensaba una cosa u otra. "Ahora depende de donde usas el coche o donde vives. Es cierto que hay mucha confusión y por eso ha bajado el mercado", apuntó, aunque reconoció que no es sencillo de responder porque hay muchas variables en la ecuación.
En este sentido, señaló la necesidad de respetar el principio de neutralidad ecológica y dejar abiertas las posibilidades a que las marcas investiguen.
Coche eléctrico
El coche eléctrico ocupó gran parte del debate con el presidente de Seat, que advirtió que vamos a convivir durante un tiempo con un mix de sistema de propulsión, en el que cada vez habrá menos coches de combustión. Para lograr los objetivos de CO2 impuestos por Bruselas, De Meo reconoció que en Seat, uno de cada cuatro coches que venda en 2025 deben ser eléctricos. "Es matemático. Si no hacemos esto, llegarán las multas". Aunque dio la vuelta al argumento y señalo: "El 75% restante serán para las demás mecánicas: diésel, gasolina, gas, híbridos...".
Pero para cumplir ese objetivo de 2025 y poder vender cada año un millón de coches eléctricos en España, se necesitarán 700.000 puntos de recarga, en una proporción de 1 a 5 puntos/coche. Apuntó: "qué fue primero ¿el huevo o la gallina?", en referencia a si es preciso tener una infraestructura de recarga para vender más eléctricos o empezar a vender más coches para desarrollar la infraestructura. "Hay que decidir una estrategia, y tenemos seis años para lograrlo. Es un reto. Es una revolución que va a venir de norte a sur de Europa. Es posible que España se quede a la cola, pero acabará llegando", dijo.
Fabrica de baterías en España
Mucha gente quiso saber si en España habrá una fábrica de baterías para ayudar a desarrollar el coche eléctrico y que la industria española no se quede atrás. "Dependerá de si se hace un coche eléctrico aquí. Si no, no tendría sentido, ya que las baterías son muy pesadas y no compensa el coste de distribución si hay que desplazarlas a puntos lejanos".
En cualquier caso, De Meo explicó que no tiene sentido tener una gran fábrica de baterías que abastezca a las 17 fábricas de coches que hay en España. "Debe haber una fábrica de baterías cerca de cada fábrica de coches", puntualizó, por el coste del transporte de las baterías.
Respecto al problema del reciclaje de las baterías explicó que son ahora menos contaminantes y tendrán una duración de 10 años, y al final de su vida útil van a tener que conservar el 80% de su capacidad. Lo que permitirá su uso para otros menesteres.
Sobre el mercado español y las ayudas solicitadas por Anfac para la compra del coche, tanto de energías alternativas, como tradicionales, el presidente de Seat insistió en que el 80% del impacto de la polución viene de los coches con más de diez años que deben ser sustituidos. Y probablemente muchos de los que cambien lo hagan a un coche de combustión Euro6, por lo que los coches modernos con motores de combustión son actores aún importantes.
Ministerio de Industria
Respecto a la política del Gobierno, Luca de Meo reconoció estar muy contento con que "haya un Ministerio de Industria". Sin embargo, consideró que hay que analizar el futuro con datos y argumentos. "Estamos trabajando con Anfac para proponer un plan a largo plazo, no dependiente de PIVEs y demás planes de este tipo. Para entender hacia donde queremos ir en diez años y de ahí en adelante", explico. "Buscamos plantear hechos y propuestas concretos, pero necesitamos una estrategia. Hay que proteger ese 10% del PIB del país y el 20% de la exportación", que supone el automóvil en España, un argumento que esgrimió en varias ocasiones.
Impuesto al diésel
Preguntado por una posible subida del Impuesto de Hidrocarburos al diésel, como se anunció por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, Luca de Meo eludió una respuesta concreta, aunque finalmente matizó: ¿quién está contento con la subida de los impuestos? Aún así, declaró que este no es un asunto prioritario para el sector
Y sobre otro de los anuncios del Gobierno Sánchez, sobre la prohibición a partir de 2040 de la venta de coches de combustión, dijo: "prefiero no contestar a esta pregunta. Tenemos que sentarnos con gente que esté de lado del automóvil y plantear soluciones y propuestas. No queremos crear incertidumbres en el mercado".