
"Si Cataluña prospera, el independentismo pierde". Así ha resumido el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, la hoja de ruta del gobierno para mantener bajo control el desafío secesionista catalán. En un Ágora organizado por elEconomista con el patrocinio de EY y Unicaja Banco, -y al que asistieron, entre otros, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal-, el responsable de Hacienda ha incidido en que "las crisis políticas como la catalana se resuelven a través de la economía".
Por eso, Montoro confía en que el independentismo caiga por su propio peso ante el crecimiento de la economía española. Según las previsiones del Ejecutivo, Cataluña alcanzará el pleno empleo en dos años. "Veremos entonces qué argumentos dan los nacionalistas para decir que Cataluña no prospera dentro de España y de Europa", se cuestionó el responsable de Hacienda.
Pero mientras tanto, Moncloa vigilará muy de cerca que todas las actividades de la Generalitat cumplan con la ley, pese al levantamiento del 155: "Si las actividades previstas por el Gobierno de Quim Torra tienen visos de ilegalidad, serán impedidas", afirmó tajante. En ese sentido, y cuestionado sobre cómo se plasmará ese control, Montoro dejó en el aire medidas adicionales, pero sí reafirmó que Hacienda mantendrá "los controles que se establecieron en 2015", y que implica el control mensual de las facturas del Gobierno catalán. "Mientras la Generalitat se siga empecinando en mantener una actitud desafiante frente a la legalidad vigente, el control va a seguir", insistió.
Más impuestos para pagar las pensiones
Si bien Cataluña ocupó buena parte de la intervención del ministro, también se habló, y mucho, de pensiones, otro de los temas que se ha situado en el centro del debate político. Acerca del nuevo impuesto sobre las tecnológicas para financiar la subida de las prestaciones de jubilación, Montoro reconoció que la imposición de nuevos tributos es incómoda pero necesario. "Habrá nuevos impuestos, como el que hemos anunciado", afirmó.
Así, y mientras exista el déficit de la seguridad social, el estado financiará los aumentos previstos de gasto. Y la única forma de hacerlo será a través de nuevos impuestos bajo el marco del pacto de Toledo y que recaerán "sobre los que menos contribuyen actualmente", apuntó Montoro sin más concreciones.
También se refirió el responsable de Hacienda a cómo debería plantearse el futuro de las pensiones, que muchos piden ligar al IPC de forma indefinida, y no sólo para los próximos dos años, que es lo que compromete el gobierno. "Nuestro criterio es que, igual que con el salario mínimo, las pensiones están ligadas al crecimiento económico, a la estabilidad presupuestaria y la productividad del país", explicó. "A medida que el crecimiento es más sólido, los pensionistas tienen derecho a recibir más del crecimiento económico", precisó.
Por último, y respecto a la financiación autonómica, Moncloa descarta proponer una reforma de la financiación autonómica sin el apoyo explícito del PSOE. "Ellos gobiernan en siete Comunidades Autónomas", recordó el ministro, que lamentó, además, no poder contar con los socialistas en la negociación de las enmiendas presupuestarias, que arranca hoy con el encuentro entre el PP y Ciudadanos.