
Con un sabor dulce y sabroso, el mango es una de esas frutas que es capaz de transportarnos hasta la otra punta del mundo con tan solo un bocado. No obstante, lo que no todo el mundo sabe es que, posible disfrutar de ella desde casa, cultivada por nosotros mismos. Y es que, aunque muchos creen que se trata de un proceso complicado y que se necesitan unas características climáticas muy exigentes, no es para nada así, pues el árbol de mango es más generoso de lo que pensamos.
Guía para plantar un árbol de mango en casa
En primer lugar, y el paso más importante, es decantarte por la variedad de mango que más te convenga, ya que de esto dependerá el tamaño final del árbol, como el tiempo que tarda en producir mangos. Una vez claro este proceso, debes saber que, aunque hablamos de "árbol", esta especie no necesita un jardín, valdrá con una maceta de un buen tamaño, con al menos 60 centímetros de profundidad para que sus raíces se desarrollen correctamente.
En cuanto al sustrato, los expertos recomiendan que sea rico en nutrientes, para garantizar un buen arranque y que el árbol crezca correctamente. Otro dato a tener en cuenta es la luz que necesita. En este caso concreto, lo ideal es colocar la maceta en un lugar en el que al menos dé el sol directo unas seis horas al día, para que de fruta.

Ahora bien, es posible que te preguntes cómo empezar. Existen dos formas de hacerlo, una es plantando la semilla de un mango en la maceta y la otra, un poco más rápida, trasplantar un árbol joven de mango. Si te decantas por la primera opción, el primer paso es retirar la cáscara que protege el hueso del mango, para llegar a la semilla interna. Puedes acelerar el proceso de germinación envolviéndola en papel húmedo y colocarla dentro de una bolsa de plástico en la nevera.
Si optas por la otra alternativa, deberás tener cuidado a la hora de trasplantarla. Lo mejor es hacerlo durante las últimas horas de la tarde, sobre todo si es verano, para evitar un fuerte choque de calor, y regar de inmediato.
A tener en cuenta: cuidados específicos
En cuanto a los cuidados que requiere el árbol de mango, el riego es muy importante. Este debe ser constante, pero sin excederse, para evitar que las raíces se pudran. Un truco que recomiendan los expertos es introducir un dedo en la tierra, y si esta se encuentra seca unos centímetros más abajo, hay que regar.
La temperatura también es un factor que se debe cuidar. El mango es una fruta tropical, por lo que no soporta fuertes heladas. Ante ello, lo mejor es mover la maceta a un sitio que esté más protegido o cubrir el árbol con una manta térmica.
Y, por supuesto, se debe tener paciencia. Plantar un árbol de mango no es algo que se haga a la ligera y que dé frutos al día siguiente. Es normal que durante el primer año observes cómo solo hay un tallo y hojas, y no significa nada malo, únicamente está creciendo.