
La época más esperada del año ya está aquí: el verano. Y estamos metidos de lleno en ella. Para muchos, esta época de sol significa reencuentros con amigos o familiares que no ven habitualmente, para otros significa desconectar por completo de la rutina, visitar lugares paradisiacos, hacer nuevos planes...
Independientemente del objetivo en mente que haya detrás de cada español en esta estación, lo cierto es que el estilo de vida suele descuidarse por completo, habiendo mayor exposición a tentaciones (como helados y bebidas azucaradas), un enfoque pleno en el ocio y menos presión por mantener el ritmo.
En profundidad
Y no debería ser así: es compatible darse un capricho de manera esporádica con mantener una alimentación equilibrada, practicar ejercicio semanalmente y descansar correctamente. De ahí que sea fundamental escuchar a nuestro cuerpo y, sobre todo, prestar atención a señales si queremos adelantarnos a cualquier enfermedad.
Una de las que más preocupa a la sociedad es el cáncer. En España, se estima que en 2023 se diagnosticaron alrededor de 279.260 nuevos casos de cáncer, para entender la magnitud de este miedo. Lo más comunes fueron el colorrectal, mama, pulmón y próstata.
Más detalles
Precisamente sobre ello ha hablado -y mucho más- en su perfil de Instagram Manuel Viso, especialista en Hematología y Hemoterapia en el Hospital San Rafael de A Coruña. A su juicio, hay 11 síntomas que no debemos ignorar y tendremos que consultar con un médico lo antes posible.
"Posiblemente, en muchos casos, sean situaciones benignas y carentes de importancia pero ante su presencia deberías consultarlo, no lo dudes", ha revelado en sus redes sociales. En primer lugar, el especialista ha señalado a los nódulos o los bultos, aunque no todo son malignos.
A tener en cuenta
También ha hecho hincapié en las heridas que no cicatrizan, los lunares que cambian en su forma, color o tamaño o ciertos sangrados anormales que se pueden producir en la orina, la vagina o las heces. No debemos pasar por alto tampoco todos los cambios en los hábitos intestinales o si hay heces negras.
La tos o ronquera persistente, que no mejora, también debe ponernos en alerta. Al igual que si perdemos peso sin hacer una dieta o haber comenzado una rutina de ejercicio físico. "También, el cansancio extremo que no mejora con el descanso y la falta de apetito, esto te puede decir que hay algo detrás", ha puntualizado el especialista.
Y esto es algo que cada vez a más gente le pasa. Por último, Viso ha declarado que experimentar fiebre de recurrentemente o persistente, y sobre todo, si se presenta a última hora de la tarde, también puede ser un síntoma de que algo no va bien. Hay que tener mucho cuidado.