
Todo el mundo conoce las petunias o las clavelinas, dos plantas que florecen en el mes de agosto. Sin embargo, más rara es otra especie que, además de florecer este mes, llena de vida cualquier rincón del jardín con diferentes tonalidades y colores, atrayendo a mariposas y abejas, que cumplen la importante función de polinización dentro del jardín.
Se trata del hibisco (hibiscus), también conocido como flor de Jamaica o rosa china, una planta tropical de la familia de las malváceas, que también es conocida por su uso a la hora de hacer infusiones y dentro de la medicina natural.
En cuanto a sus flores, hay que saber que se desarrollan en su máximo esplendor durante el mes de agosto, cuando se dan las condiciones óptimas de horas de sol y temperaturas elevadas, ya que se trata de una planta tropical. En esa floración, se pueden encontrar variedades que pasan desde el rojo al amarillo, así como naranja o blanco e, incluso, azul o morado.
Cómo cuidar el hibisco
"El hibisco ofrece una amplia gama de colores y formas, con flores que pueden ser simples o dobles, y en tonos que varían del blanco y amarillo hasta el rojo profundo y el rosa. Son plantas que atraen a polinizadores como mariposas y abejas, añadiendo vida y color a cualquier espacio verde", indican los expertos de Verdecora. Sin embargo, para que se desarrolle completamente y llegue a este punto, hay que saber cuáles son las condiciones ideales y cuáles son sus cuidados.
En primer lugar, en cuanto a la luz, hay que tener claro que necesitan luz directa para florecer abundantemente, aunque pueden estar también en semisombra. Si se opta por esta segunda opción, es posible que no florezcan de forma intensa.
Por otro lado, también hay que saber que estas plantas son perfectas para ser plantadas en jardines como puntos focales o en macetas para decorar terrazas y balcones. Se puede optar por ambas formas de cultivo, siempre y cuando se respete un temperatura cálida, ya que no soportan el frío. Así, en caso de que la zona de España en la que se plante sea fría en invierno, se deberá trasplantar al interior durante los meses de otoño e invierno.
En cuanto al riego, necesitan agua regularmente, manteniendo el sustrato siempre húmedo. Esto no quiere decir que se pueda encharcar la planta, ya que la acumulación de agua en la tierra puede ahogar la planta y dañar sus raíces, por lo que se recomienda contar con un buen sistema de drenaje.
Según los expertos de Verdecora, los hibiscos prefieren un suelo rico en nutrientes, drenado y con buen contenido en materia orgánica. De hecho, también se recomienda abonar la planta durante la temporada de crecimiento para promover una mejor floración.