
"El sistema financiero global necesita una transformación. La 4ª Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo es una oportunidad clave para impulsar una deuda justa, financiamiento multilateral y recursos donde más se necesitan. Es hora de reescribir las reglas". Es el marco que quiere fijar la ONU para la cumbre que se celebra en Sevilla la próxima semana, aunque los actos previos arrancan ya este sábado y domingo. "La arquitectura financiera internacional debe servir a las personas, no solo a los mercados", ha asegurado Amina Mohammed, vicesecretaria general de Naciones Unidas, horas antes de que 12.000 representantes de 160 países comiencen los debates para intentar sacar adelante el Compromiso de Sevilla, un documento de 38 páginas con un acuerdo -calificado ya por algunos como de mínimos y muy descafeinado- con obligaciones para donantes y receptores de ayuda y la vista puesta en los Objetivos 2023.
"Casi el 40% de la humanidad vive en países que gastan más en intereses de la deuda externa que en salud o educación. Necesitamos un alivio contundente de la deuda y una financiación más justa. La Conferencia es clave para rediseñar un sistema financiero que funcione para todos, no solo para unos pocos", insisten desde Naciones Unidas.
Clima desfavorable
Los debates estarán marcados por un contexto internacional que -como siempre- es desfavorable: en esta ocasión por el descenso de las aportaciones a los programas de ayuda, que según datos de la OCDE fue superior al 7% el año pasado. Este año el desplome podría ser mucho mayor tras anuncios de recortes en varios países europeos: diez de los principales países donantes europeos han previsto reducir su AOD en 18.000 millones de dólares en 2025 con respecto a 2023, entre ellos 9.200 millones para Alemania, 2.600 millones para Francia y 2.200 millones para el Reino Unido. La OCDE calcula que la ayuda total de los miembros podría caer entre un 9% y un 17% durante el periodo 2024-2025. Estados Unidos sigue siendo el mayor donante (63.300 millones de dólares), seguido de Alemania, Reino Unido, Japón y Francia.
Estados Unidos, con las primeras medidas de la segunda administración Trump, lleva al extremo esta línea de recortes. Además ni asiste al evento en España ni piensa firmar el Compromiso de Sevilla. "Es lamentable que un importante estado salga de la habitación ante asuntos tan importantes para miles de millones de personas, pero esto no nos va a impedir que tratemos con otros estados miembros y convencerlos de que este no es el camino", ha dicho al respecto Amina Mohamed.
Asistentes
Sí está prevista la presencia de Antonio Guterres, secretario general de la ONU, Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Antonio Costa, presidente del Consejo Europeo.
Además de Felipe VI,, que ejerce de anfitrión junto a Pedro Sánchez, se espera también en Sevilla al presidente francés Emmanuel Macron y al portugués Marcelo Rebelo de Sousa como personalidades más destacadas entre 70 jefes de estado y gobierno. La mayoría, de países del Sur. Muchos líderes de potencias europeas y asiáticas han excusado su asistencia y han delegado en ministros o incluso en diplomáticos la representación de su país.
Situación delicada
Antes de la cumbre se celebra el Foro de la Sociedad Civi (28 y el 29 de junio). Allí se debatirá sobre la relación de la financiación con la garantía de los derechos humanos, la paz, la igualdad y la protección del planeta. Se espera a más de 1.500 personas. "El documento final no responde a nuestras expectativas como sociedad civil global, pero sobre todo, a la gravedad del momento mundial que vivimos", adelantan desde la Coordinadora de Organizaciones para el desarrollo.
El compromiso de Sevilla incluye obligaciones tanto para donantes como para receptores. "Brindaremos apoyo a los países en sus esfuerzos por fortalecer la movilización de ingresos internos. Instamos a los socios para el desarrollo a que, colectivamente, al menos dupliquen este apoyo a los países en desarrollo para 2030. Este aumento debería destinarse a los países en desarrollo que buscan aumentar su ratio de impuestos sobre el PIB, especialmente a aquellos que buscan aumentarlo al menos al 15 %", se puede leer en uno de los puntos sometidos a debate.
El texto que salga finalmente de la Conferencia no es vinculante para los estados firmantes en cualquier caso.
Multilateralismo
"La Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo (FFD4) representa una oportunidad única para reformar la financiación para el desarrollo a todos los niveles, y dar un impulso a la reforma de la arquitectura financiera internacional y para afrontar los retos que están frenando la urgente inversión necesaria para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta conferencia es el único foro en el que líderes de todos los gobiernos, junto con organizaciones internacionales y regionales, instituciones financieras y comerciales, empresas, sociedad civil y el sistema de las Naciones Unidas se reúnen al más alto nivel para reforzar la cooperación internacional", insisten desde Naciones Unidas para poner el foco sobre la importancia de la cita.
El embajador de España en la ONU, Héctor López, ha destacado que la Conferencia se celebra en un momento "crítico para el multilateralismo", y que constituye una "llamada a la acción" en la que España está "firmemente comprometida".
Cuarta cumbre
La primera de estas conferencias se celebró en 2022 en Monterrey (México). En 2008 tuvo lugar otra cumbre en Doha (Emiratos Árabes), y en 2015 el encuentro fue en Addis Adeba (Etiopía). Con estas cumbres se ha logrado poner el foco en un problema que se entiende como global, en la justicia social y los paraísos fiscales. La de Sevilla es la primera que se celebra en Europa.
En la capital andaluza se festeja esta Conferencia como el mayor evento internacional desde la Expo del 92, y se espera un impacto económico de más de 20 millones de euros por la presencia en la ciudad de más de 12.000 visitantes y la enorme repercusión internacional.