
La capacidad de innovación del sector agroalimentario aragonés, inmerso en plena digitalización, ha protagonizado la primera mesa de debate del Foro Agroalimentario: Transformación, sostenibilidad y mercado global organizado por elEconomista.es hoy en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca.
La tecnología ya está transformando el día a día de las explotaciones agrícolas y ganaderas, interesadas en impulsar la recogida y el análisis de datos, abono necesario para implementar la inteligencia artificial como eficaz herramienta para reducir los costes, eficientar el uso de agua, mejorar la eficiencia y optimizar los recursos tanto técnicos como humanos en un área con un importante déficit de mano de obra y donde los reducidos márgenes hacen necesario maximizar los beneficios.
Bajo el título 'Innovación y Tecnología en la agroindustria', Maite Blasco, directora ejecutiva GFT España; Andrés Mallada, BDM de Data & IA de Grupo Integra; Etién Aldea, director de Negocio de Embou; y Alfonso Puértolas, especialista en Digitalización Industria de Inycom (Grupo Nunsys), han analizado, de la mano de Javier Romera, subdirector de elEconomista.es, los retos actuales a los que debe hacer frente el sector agroalimentario en la región.
La transformación digital es un proceso que ya se está dando en el sector, si bien su "grado de madurez es desigual", tal y como ha advertido Maite Blasco, directora ejecutiva GFT España, quien considera que "hay que impulsar al sector primario a utilizar las herramientas tecnológicas", ya que, además de ser necesario en materia de sostenibilidad y trazabilidad de los productos, "según diversos estudios, se puede llegar a producir un 25% más y reducir el consumo de agua entre un 10 y un 20%".
"Según un informe del Ministerio de Agricultura de 2024, el 90% de las explotaciones agrícolas captan datos de alguna forma, pero hay que dar un paso más y aplicar tecnologías como Internet of Things, ya que permite conocer el estado de los campos, la tierra, las plantas… Llegando incluso a predecir enfermedades, niveles de demanda o volumen de cosecha", ha destacado Andrés Mallada, BDM de Data & IA de Grupo Integra.
Para ello es imprescindible llevar a cabo esa recolección de datos, más aún con la irrupción de la IA, pero "también es crucial cómo paquetizar soluciones" para acercarlas a todas las explotaciones, independientemente de su tamaño, ha señalado Etién Aldea, director de Negocio de Embou.
En este sentido ha incidido Alfonso Puértolas, especialista en Digitalización Industria de Inycom (Grupo Nunsys), quien ha subrayado la necesidad de personalizar estas soluciones, democratizarlas y aterrizarlas a casos de uso concretos para que los titulares de estas explotaciones puedan ver su practicidad real.
Formación y clusterización
La formación en estas herramientas es clave para que puedan sacar el máximo rendimiento a las mismas y optimicen el tiempo, ya que, según coincide Blasco, las pymes identifican "la falta de tiempo, además de los costes, la falta de conocimiento y el miedo al cambio, como principales problemas" para llevar a cabo estas inversiones.
"El público del sector agro solicita formaciones cortas, específicas y que les aporten valor real", incide Mallada. Y es aquí donde las instituciones públicas, junto con los clústeres empresariales, juegan un papel muy importante, además de las cooperativas, como vía de acceso a esa formación, advierte. Asimismo, ha indicado como caso de éxito, el modelo de clústeres de Aragón, que permite el contacto directo de las empresas tecnológicas con empresas del sector de modo que conozcan sus necesidades y puedan aportar soluciones.
Además, hay que tener en cuenta que se trata de un sector tradicionalmente castigado por los ajustados márgenes, si bien "es el principal problema del sector pero también la pescadilla que se muerde la cola, porque si no apuestas por la digitalización, no vas a tener mejores márgenes", ha argumentado Aldea.
Por último, ha apuntado a la oportunidad que abre la tecnología para hacer frente al problema de escasez de mano de obra, de modo que "con menos recursos y menos personas seamos capaces de gestionar explotaciones más grandes, lo que va a permitir mejorar esos márgenes y ser mucho más eficientes si invertimos más en tecnología".
Un futuro que pasa por mejorar las infraestructuras y la conectividad en todo el territorio, con el despliegue del 5G o de redes LoRa, la construcción de centros de datos y la transferencia de conocimiento entre las universidades y las empresas, han concluido.