
"Eres una persona inmadura". Casi con total seguridad, todos hemos pronunciado esa frase alguna vez o la hemos oído en nuestro alrededor, independientemente del ámbito. Y es que la madurez de una persona no está determinada por la edad biológica que esa persona tiene.
En profundidad
Es decir, pueden existir personas de 60 años más inmaduras que personas de 30. Aunque pueda parece muy sorprendente. Algunos expertos relacionan este proceso -además de tras haber sufrido situaciones traumáticas durante la niñez- con no crecer en un entorno familiar con apoyo emocional suficiente, donde se han sentido ignorados e incomprendidos.
Y pueden tener razón. Todo ello puede afectar en su vida diaria, llegando a perder incluso trabajos o parejas. Por lo general, la madurez se consigue cuando una persona es capaz de ser autónoma, es responsable, tiene cierta estabilidad en su vida y, sobre todo, es capaz de tomar decisiones por sí misma.
Más detalles
Como todo -o prácticamente todo- en la vida, esto también se estudia. De hecho, según la psicología existen determinadas frases que, cuando se repiten de manera habitual, desvelan una incapacidad para gestionar emociones y asumir ciertas responsabilidades.
A continuación, las más frecuentes:
- "No es culpa mía". Quienes la usan buscan evitar la responsabilidad sobre sus acciones, echando la culpa a otros por sus errores o situaciones. O lo que es lo mismo, se centran en justificar sus fallos con excusas externas en vez de mirar 'su propio ombligo'.
- "Estás exagerando". Es una forma de invalidación emocional y manipulación psicológica. Y es que reducir de manera considerable los sentimientos de otro individuo genera un ambiente de incomprensión y puede llevar a la otra parte a sentirse ignorada.
- "No necesito darte explicaciones". Emplearla habitualmente refleja una falta de compromiso con la comunicación y el respeto en un vínculo, ya sea familiar o en una relación.