Cuando José María García Urbano alcanzó la alcaldía de Estepona en 2011 puso en el centro del municipio un contador con lo que debía el Ayuntamiento en aquel momento: 300 millones de euros. Hoy, tras 14 años, ese contador ha llegado a cero. Ya no hay deuda que amortizar. De ser uno de los consistirios más endeudados de España a uno de los más saneados y potentes económicamente tras una hazaña financiera sin precedentes. El alcalde ha definido este logro como "un hito para la ciudad, conseguido en tiempo récord".
El resultado más inmediato ha sido la aplicación, este mismo año, de una reducción media del 20% en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la mayor bajada fiscal en la historia del municipio. Desde 2011, este impuesto ha disminuido un 50% acumulado. El regidor ha confirmado además que el Ayuntamiento estudiará nuevas reducciones fiscales "si la salud económica municipal lo permite".
Durante este año, el consistorio ha destinado 26 millones de euros al pago de deuda, lo que supone haber abonado una media de 60.000 euros diarios desde 2011. "Cuánto más podríamos haber hecho si ese dinero hubiera ido dirigido a infraestructuras o ayudas a familias. Con esas cantidades se podrían haber construido 16 hospitales o 2.100 viviendas protegidas", ha lamentado García Urbano.
Más de 90 millones en pago a proveedores
La deuda saldada incluye más de 90 millones del Plan de Pago a Proveedores, 60 millones con la Seguridad Social, 18 millones con Hacienda y otros 33 millones de facturas no contabilizadas, conocidas como 'facturas en los cajones'. También se ha eliminado el débito con la Junta de Andalucía por subvenciones no justificadas por anteriores gobiernos.
Además de sanear las cuentas públicas, el Ayuntamiento ha transformado Estepona con inversiones que no han generado nueva deuda. Entre los proyectos ejecutados destacan el Parque Ferial y Deportivo, el Teatro Auditorio Felipe VI, el Parque Orquidario —referente internacional—, el Centro Cultural Mirador del Carmen o el Corredor Litoral, ejecutado ya al 95%.
La modernización del casco urbano también ha incluido la regeneración de más de 130 calles y plazas, la peatonalización de la antigua N-340 —hoy un bulevar frente al mar— y un plan de aparcamientos públicos con tarifas reducidas que suma ya más de 2.000 plazas, además de las nuevas infraestructuras en marcha.
Entre los hitos recientes se encuentra la construcción del Hospital de Alta Resolución, promovido por el propio Ayuntamiento con una inversión de 15 millones de euros, antes de ser cedido a la Junta para su equipamiento y puesta en funcionamiento.
Gracias al saneamiento económico, el Ayuntamiento ha aprobado ahora una inyección de 8,3 millones de euros procedentes del superávit de 2024 para nuevos proyectos. Se incluyen actuaciones en barrios, un plan integral de remodelación urbana, un velódromo, una senda fluvial y un aumento de la inversión en cultura y deporte. También se reforzarán partidas para rehabilitación de edificios públicos y asfaltado de calles.
La liquidación del presupuesto de 2024 ha dejado cifras récord: un superávit de 45 millones, una estabilidad presupuestaria de 24 millones y un periodo medio de pago a proveedores de solo 12 días —muy lejos de los 1.492 días que llegó a registrar el municipio en épocas anteriores—.
Con esta nueva etapa, el Ayuntamiento pone fin a uno de los periodos más oscuros de su historia financiera y avanza hacia una gestión basada en la inversión, el bienestar y el crecimiento sostenible de una ciudad que hoy presume de solvencia, calidad de vida y planificación.