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Adiós a las luciérnagas: están desapareciendo y podríamos ser la última generación en verlas

Adiós a las luciérnagas. / Foto: Getty.

Las luciérnagas, estos insectos mágicos, capaces de iluminar la oscuridad y que a muchos nos traen hermosos recuerdos de nuestra infancia, podrían desaparecer en los próximos años, lo que supondría que seríamos la última generación que las ha visto. En 2020 ya expuso esta problemática la revista BioScience, pero con el paso de los años, poco a poco la gente se ha empezado a percatar de su ausencia, hasta el punto de que en la actualidad las redes se inundan de usuarios preocupados tras pasar años sin verlas.

En el artículo de esta revista, titulado A Global Perspective on Firefly Extinction Threats, advertía de la desaparición silenciosa de las luciérnagas, debido a una gran variedad de causas: pérdida de su hábitat natural, pesticidas y contaminación acuática y lumínica.

Así pues, la contaminación lumínica dificulta sus posibilidades de apareamiento (ya que usan su propia luz, entre otras cosas, para encontrar pareja), lo que induce en una reducción del número de estos insectos de forma exponencial, año a año. Asimismo, la pérdida del hábitat también induce a un menor número de ejemplares con el paso del tiempo.

Su desaparición total podría suponer graves consecuencias para la biodiversidad, dado que se trata en un tipo de insecto que es capaz de controlar plagas gracias a su alimentación, entre otros muchos aportes al medio natural.

La copresidenta del Grupo de Especialistas en Luciérnagas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Sara Lewis, planteaba una cuestión para concienciar a la población de que, si no se toman medidas ahora, las generaciones venideras no podrán disfrutar de la presencia de estos insectos: "¿Quiere vivir en un mundo en el que sus nietos no puedan disfrutar de esta experiencia?".

Desde National Geographic, proponen algunas medidas que pueden contribuir a revertir esta situación, con el fin de que podamos tener luciérnagas en nuestro entorno durante mucho más tiempo. Crear un hábitat para ellas es fundamental, ya que favorecerá su reproducción: recrear las condiciones óptimas en el jardín, con restos de madreas, hojarasca, arbustos y hierba ayudará a revertir la situación.

Asimismo, evitar la contaminación lumínica durante las noches en zonas ajardinadas o de campo (momento del apareamiento) ayudará a que puedan encontrar parejas para reproducirse. Sin embargo, si hay luz, no serán capaces de encontrarse.

Por último, limitar en la medida de lo posible el uso de pesticidas ayudará a evitar la muerte tanto de las larvas, como del insecto en sí mismo. Según informa Sara Lewis, se están investigando alternativas de pesticidas que se dirijan a especies concretas sin afectar a otras, como las luciérnagas.

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