
Los vecinos de Premià de Mar (Barcelona) se han hartado de los nuevos contenedores digitales y han decidido tomarse la justicia por su mano: se niegan a usar la tarjeta obligatoria para poder introducir las bolsas de basura en los diferentes contenedores, por lo que las calles se han empezado a llenar de bolsas de basura a modo de protesta contra esta medida que califican de "molesta".
Estos nuevos contenedores inteligentes, instalados en la zona hace aproximadamente un año, exigen identificarse para poder tirar la basura, medida que incomoda a muchos vecinos, que defienden su derecho a la intimidad. Ahora, la situación cada vez se agrava más, mientras que muchas personas temen por las condiciones de salubridad de las calles afectadas.
Además, según denuncian, estos nuevos contenedores son menos accesibles que los anteriores para las personas mayores o con discapacidad, ya que su mecanismo es más duro, obligando a que muchos de ellos tengan que dejar las bolsas fuera al no poder abrirlos como es debido.
Paralelamente, otras muchas veces no funciona la tarjeta, lo que impide de igual forma la apertura del contenedor y obliga nuevamente a los vecinos a depositar las bolsas en la calle, favoreciendo la aparición de ratas y demás animales e insectos.
Desde la plataforma Stop Contenidors Digitals exponen claramente su posición: "Los vecinos de Premià de Mar no queremos dejar la basura en el suelo. Queremos separar como antes, en condiciones. Padecemos mucho con este sistema de contenedores cerrados con identificación. No funcionan bien, son insuficientes y vulneran nuestro derecho a la intimidad", denuncian.
Asimismo, desde Stop Contenidors Digitals denuncian que tanto para la instalación, como en la actualidad, se están talando árboles que aportaban sombra y disminuían la temperatura en las calles durante el verano, haciendo que esta temporada vaya a ser aún más calurosa.