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Por qué hay tanta soledad en Japón: del hikikomori a la creación de un ministerio específico

  • En 2021, el Gobierno japonés decidió crear el Ministerio de la Soledad
Foto: Alamy
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Japón es uno de los países más singulares del mundo. Su idiosincrasia está muy enfocada en el respeto, la honestidad, la humildad y servicio a los demás, algo que llevan grabado desde su infancia. También es considerado como uno de los territorios en el que conviven sus históricas tradiciones, sus avances tecnológicos pioneros y sus preciados y místicos rituales. Sin embargo, uno de los rasgos que también definen a los 124 millones de japoneses es la soledad. Tanto es así que el Gobierno japonés decidió apostar en el 2021 por un Ministerio de la Soledad.

Una de las respuestas a la hora de analizar por qué hay tanta soledad en Japón reside en la idea de no molestar a los demás. Los japoneses otorgan mucha importancia a los valores del respeto al individuo, haciendo hincapié en garantizar la libertad respetando los principios, creencias y decisiones del mismo. Por poner un ejemplo, el robo y la violencia, incluida la psicológica, están terminantemente prohibidos al considerarse "conductas que perjudican al prójimo".

Además, en Japón está mal visto depender de los demás cuando uno no puede solucionar un problema por sí mismo. Ese excesivo respeto termina derivando en un aislamiento que, con el paso de los años, ha ido construyendo un sistema en el que el individuo pueda sobrevivir separado del colectivo. Ese proceso ha ido priorizando las necesidades vitales del individuo adquiriendo objetos o servicios a través del dinero, en lugar de crear un vínculo con los demás. Por ejemplo, hoy en día, si uno dispone de un cierto capital y una conexión a internet, puede hacer su vida sin interactuar con nadie.

Todo esto ha convertido a Japón en uno de los más proclives a la soledad, siendo el país con el porcentaje de personas sin nadie en quien apoyarse aparte de sus familiares convivientes (por encima de Estados Unidos, Suecia o Alemania), o dominando la tabla de aquellos con el porcentaje de personas sin nadie a quien explicar los problemas, con mucha diferencia respecto al resto (Corea del Sur, Francia, Reino Unido, Alemania o Estados Unidos).

Según una encuesta de Kyodo News, alrededor del 39% de los habitantes de Japón se sienten solos a veces. La soledad y el aislamiento son problemas sociales importantes en Japón, con factores como largas jornadas laborales y un fuerte énfasis en el trabajo también pueden contribuir a la desconexión social. En este sentido, los nipones siempre han sido uno de los países con mayores jornadas de trabajo, llegando incluso hasta la muerte. Según el Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar japonés, la muerte súbita de cualquier empleado que trabaja de media más de 65 horas a la semana durante más de un mes puede ser considerada como 'karoshi', un término que en español viene a significar "muerte por exceso de trabajo", y que se reconoció en el país nipón en el año 1987, cuando el ministerio de Salud empezó a recopilar estadísticas.

Una tasa de suicidios preocupante

Según una información recopilada por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón basándose en la estadísticas de la Agencia Nacional de Policía, 20.268 personas se quitaron la vida en 2024, es decir, 1.569 menos que el año anterior. Se trata de la segunda cifra más baja desde que se comenzó a registrar este dato en 1978. La tasa de suicidios (número de suicidios por cada 100.000 personas) se redujo en 1,3 personas y llegó a ser de 16,3.

Con respecto a la razón (cómputos múltiples) del suicidio, en 11.963 casos fueron razones de salud, seguidos de 5.075 casos por razones económicas o dificultades en la vida y 4.334 casos por problemas familiares.

Por edades, se registraron más suicidios entre las personas a partir de los 50 años, con 3.786 personas (408 menos que el año anterior), seguidos de las personas de entre 40 y 49 años, con 3.205 (420 menos que el año anterior). Con respecto a los estudiantes, la cifra de suicidios ascendió a 1.072 (53 más que el año anterior). De ellos, 572 fueron estudiantes de primaria, secundaria e instituto, la mayor cifra registrada desde 1980, cuando se comenzó a registrar este dato.

Precisamente, los jóvenes han experimentado un mayor caso de suicidio tras la pandemia. Antes la cifra solía estar en torno a los 300, pero con el Covid se disparó a los 500 y después se ha mantenido en esa cantidad. A este sector se le atribuye un concepto cada vez más recurrente, como es el 'hikikomori', un fenómeno socio-psicológico en el que una persona se retira completamente de la sociedad durante al menos seis meses, recluyéndose en casa y evitando compromisos sociales. Esta forma de aislamiento social agudo se caracteriza por un comportamiento evitativo y asocial, y suele ser más común en adolescentes y jóvenes. Además del aislamiento social y la falta de relaciones interpersonales, puede llevar a problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad y el suicidio.

El Ministerio de la Soledad

Para intentar combatir el suicidio, el gobierno japonés decidió seguir el modelo británico y crear en 2021 un Ministerio de la Soledad. Por aquel entonces, el primer ministro Yoshihide Suga nombró a Tetsushi Sakamoto como ministro de la Soledad. "Espero realizar actividades para prevenir la soledad social, el aislamiento y proteger los lazos entre las personas", reveló el nuevo ministro japonés.

La soledad también puede traer consecuencias sociales, como por ejemplo ser más propensos a padecer trastornos físicos tales como enfermedades cardiovasculares (el riesgo aumenta casi un 30%), diabetes de tipo 2, demencia senil y en el Alzheimer se doblan las posibilidades. Además, la soledad también es la causante de un mayor deterioro cognitivo, llevando a una pérdida clara de estabilidad emocional y, por consiguiente, a una menor competitividad en el mercado laboral. Es decir, las personas que se sienten solas son menos productivas.

En 2018 fue el Reino Unido el pionero en este campo con el objetivo de reducir los altos índices de desamparo que aquejan a más de nueve millones de británicos, según datos de un estudio publicado por la Comisión de Soledad Jo Cox en 2017. Desde su creación, el ministerio se ha encargado de la responsabilidad de encontrar soluciones digitales para conectar a los británicos que se sienten solos, apoyar a miembros de la comunidad LGBTQ que necesitan compañía y de lanzar diferentes campañas en contra de la soledad en redes sociales.

En cambio, en España, con más de cinco millones de personas en riesgo de soledad, las distintas administraciones públicas han puesto en marcha algunas iniciativas, aunque bastante limitadas. Existen colectivos, como los mayores, que se encuentran en el más absoluto aislamiento. Entre esas acciones sociales caben destacar las que realizan algunas ONGs, como por ejemplo Mensajeros de la Paz, Nadiesolo o Grandes Amigos, que tratan de impulsar el voluntariado, la teleasistencia, las ayudas a domicilio, los talleres ocupacionales y el fomento de las relaciones intergeneracionales con el fin de crear comunidades fuertes.

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