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Especial Medio Ambiente

La producción ecológica nacional se sitúa a la cabeza de la Unión Europea

  • Gracias a su amplia superficie cultivada y al crecimiento sostenido del sector, España cuenta con 2,45 a millones de hectáreas ecológicas cultivadas, un 12,50% más que el año anterior
  • Aunque el consumo interno representa solo el 3,36% del total alimentario
El 75% de esta se encuentra en Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña. iStock
Pilar Ceballos

Cambiar los hábitos cotidianos en acciones sostenibles es sinónimo de reeducar la conducta de consumo hacia una más ecológica, lo que es un gran reto. Del mismo modo lo es para las empresas productoras, encargadas de proveer los alimentos ecológicos. En esto, España tiene un sobresaliente porque es el mayor productor ecológico por superficie en la Unión Europea (UE) y sexto a nivel mundial, según el último estudio Análisis de caracterización y proyección de la producción ecológica en España 2023, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

En los últimos años, su producción nacional ha evolucionado de forma positiva, alcanzando en 2023 los 4,94 millones de toneladas, un 47,9% de crecimiento con respecto al año anterior, lo que se tradujo en una inyección económica de 5.962 millones de euros, y un incremento del 77,92% respecto a 2022. Así, el gasto en productos ecológicos fue de 2.916 millones en 2022, un 9,83% más que el año anterior, lo que representa "el 3,36% del consumo alimentario total y un gasto per cápita de 60,65 euros", expone el estudio.

Pero ¿qué necesita un alimento para que se considere ecológico? Según Agustín Fonts, director del congreso Agritech 4.0., principalmente, "tiene que cumplir con la legislación del país donde se vaya a producir y a comercializar", aunque las exigencias variarán si se trata de alimentos de origen vegetal o animal o si se trata de un alimento transformado. En la tercera opción, "el 95% de los ingredientes han de ser ecológicos para que se consideren verdes también, además de limitarse el uso de aditivos, colorantes y conservantes artificiales", añade el experto.

Según el MAPA, los productos ecológicos de origen vegetal que más se producen en España son las hortalizas y las patatas frescas, cuya producción ha aumentado un 14,92% con respecto al año anterior; los cítricos, con un incremento del 13,70%; y el resto de frutas frescas y secas, que han experimentado una subida del 177,86%. Les siguen los cereales, la uva de vinificación, la aceituna de almazara y el resto de los cultivos vegetales.

En relación con el consumo, la ciudadanía española se decanta por "las frutas y hortalizas frescas, los huevos ecológicos, el aceite de oliva virgen ecológico, pan, cereales y derivados producidos con materia prima ecológica, los lácteos ecológicos", enumera Fonts. De este modo, las frutas frescas ecológicas siguen siendo el segmento con mayor volumen, representando el 25% del total, "aunque su valor de mercado apenas alcanza el 13,80%", puntualiza el estudio del MAPA. Es decir, el dinero que generan es relativamente bajo. Este grupo registró una caída del 5,40% en volumen y del 0,70 % en valor con respecto al año anterior, lo que refleja "un comportamiento más débil que el conjunto del sector", especifica el documento. Las hortalizas frescas ecológicas, que constituyen el 17,40% del volumen, también mostraron una reducción en compras del 3,90%, aunque lograron un incremento del 3,50% en facturación. En contraste, la carne ecológica mostró un notable dinamismo, con un crecimiento del 11,20% en volumen y del 18,30% en valor. Aunque representa solo el 12,60% del volumen, aporta el 26,50% del valor total del mercado, gracias a su elevado precio medio de 8,75 euros por kilo.

Otros productos presentan comportamientos variados. Es el caso de las patatas frescas ecológicas, que vieron "un ligero aumento en volumen del 0,20% y un significativo incremento en valor del 15%, mientras que las bebidas vegetales ecológicas experimentaron una disminución tanto en volumen (-9,9%) como en valor (-4,6%)", detalla el estudio.

En cuanto a las exportaciones de productos ecológicos, estas alcanzaron los 3.047 millones de euros, un 82,56% más que en 2022 y un 291,65% frente a 2015. Fuera de nuestras fronteras los alimentos preferidos son "prácticamente los mismos, pero hay que añadir uno en la lista que en España no es todavía muy consumido, pero que en el extranjero es muy apreciado, que es la carne ecológica y los productos transformados de origen cárnico", explica Fonts.

La superficie ecológica: gran elemento

Ahora bien, hay un factor imprescindible para llevar a cabo la producción: la tierra. En este sentido, España es el país de la UE que más superficie destina a la producción ecológica. Si se tienen en cuenta las cifras a nivel mundial, nuestro país se sitúa en el sexto lugar. Según el estudio antes citado, "la superficie ecológica se situó en 2,45 millones de hectáreas en 2023, un incremento del 12,52% respecto al año anterior y del 73,5% desde 2015".

Para que la tierra se considere verde, Fonts afirma que "es muy importante que en los terrenos no haya residuos de pesticidas, herbicidas ni fertilizantes sintéticos". También "se recomienda analizar el suelo para que no haya una presencia significativa de metales pesados o residuos tóxicos", agrega. Al no poder usarse fertilizantes químicos, lo que deben hacer es favorecer la rotación de cultivos, abonos verdes y de compostaje, teniendo en cuenta el círculo orgánico. Mientras, el agua del riego no ha de tener ningún tipo de contaminante.

En cuanto a la distribución territorial, según el informe anual La contribución ecológica a la salud de las personas y del medioambiente de 2025, llevado a cabo por Ecovalia, en España la superficie ecológica total asciende a 3,16 millones de hectáreas, de las cuales "el 75% de esta se encuentra en Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña". La primera comunidad, cuenta con el 30% de su superficie ecológica. Mientras, Cataluña y Murcia poseen el 25% y las Islas Baleares el 22%. La Comunidad Valenciana y Navarra superan el 10%, con un 13% y 12%, respectivamente. Por el contrario, Cantabria es la última en la lista con un 1% de superficie ecológica. Le sigue Madrid y Castilla y León con un 2%, y La Rioja con un 3%.