Las avispas son uno de los insectos por excelencia durante el verano. Pese a que su existencia es fundamental para el medioambiente, la realidad es que normalmente preferimos mantenerlas alejadas de nuestras casas, piscinas y jardines (ya que es muy común encontrarlas especialmente cerca del agua, incluso en duchas); por ello, lo mejor es conocer los remedios más efectivos para olvidarnos de ellas esta temporada de verano.
Las avispas adoran el agua y la humedad de los jardines y piscinas, ya que pueden beber y refrescarse en los días más calurosos. Además, olores como el del cloro o el de comida son de sus favoritos, atrayéndolas aún más.
Es fundamental no dejar restos de comida o bebida (especialmente cosas dulces como fruta o refrescos) en la zona, ya que en instantes querrán ir hacia allí, y después será muy difícil ahuyentarlas.
Es importante una buena higiene en la zona y repasar que no estén ahí antes: respecto al jardín, se recomienda pasar algún rastrillo o similar antes de pisar descalzos, ya que algunas veces se posan en el césped, picándonos al caminar. Por otro lado, respecto a la piscina, pasar la red para capturar a las avispas es clave, ya que, aunque parezca que se hayan ahogado en el agua, simplemente están descansando.
Por otro lado, algunos remedios remedios que son muy efectivos para que no quieran acercarse son los que contienen aromas que las avispas no soportan, lo que hace que se alejen de nuestra zona de baño. Cortar rodajas de limón y pepino y dejarlas en los puntos donde suelen aparecer las avispas es ideal, ya que son repelentes naturales (y económicos).
La citronela y la lavanda también sirven, especialmente para la zona del jardín. El vinagre de limpieza en zonas como son las duchas o los bordillos también las mantendrá lejos. Asimismo, especialmente en las zonas donde suelen concentrarse, se pueden poner trampas, a la venta en muchos comercios, para que queden atrapadas en su interior.
Lo más importante es tener mucho cuidado a la hora de tratar con ellas, por eso, los remedios son ideales en estas situaciones. Si las avispas se sienten amenazadas, pueden atacar, picando (y pueden generar reacciones alérgicas).
