
Los parques, jardines y zonas arboladas de Zaragoza cuentan, desde hace unos días, con unos 200.000 ejemplares de insectos beneficiosos para colaborar en la lucha contra plagas de pulgones y otros "bichos" dañinos.
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Estos ejemplares que se sueltan en estas fechas son, en su mayor parte, 'Adalia bipunctata' --mariquita de dos puntos--, 'Crisoperla carnea' --un neuróptero voraz depredador de pulgón-- y 'Aphidius colemani'.
Desde ya varios años, el Ayuntamiento de Zaragoza, a través del Servicio de Parques, utiliza esta estrategia sostenible en la lucha contra plagas que dañan las especies vegetales de la ciudad. Este año, sin embargo, se ha reforzado su presencia; de los 141.000 que "trabajaron" el pasado año se llega en esta ocasión a 200.000, repartidos por todos los distritos de la ciudad y distintos barrios rurales.
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El control biológico consiste en utilización de insectos beneficiosos, como la mariquita, que se liberan de manera controlada, que ayudan a restablecer el equilibro natural de determinadas plagas del arbolado de la ciudad.
La consejera municipal de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, ha explicado que "ésta es una técnica natural y por tanto respetuosa con el medio ambiente y la salud de las personas. Gracias a ella, es la propia naturaleza la que se encarga de buscar el equilibrio en el entorno sin la necesidad aplicar productos químicos".
Las especies de arbolado en las que estos insectos han demostrado especialmente su eficacia con arces, perales, rosales de Siria, catalpas y tilos, como los del paseo Independencia. La metodología de trabajo consiste en liberar estos insectos en los árboles, arbustos o plantas objeto de tratamiento, hacer un seguimiento continuado de sus poblaciones para determinar la evolución de estos insectos útiles y comprobar su capacidad de establecerse y formar parte del ecosistema urbano.
Esta estrategia forma parte de actual enfoque aplicado en los últimos cinco años desde el Ayuntamiento de Zaragoza, más global, sostenible y saludable, pensando en las personas y aportando soluciones basadas en la naturaleza para conseguir los objetivos de desarrollo sostenible de Zaragoza.
La suelta de insectos beneficios se suma a otras acciones complementarias, como la creación de zonas refugio para éstas y otras especies en alcorques, platabandas y praderas, que ayudan al establecimiento y reproducción de estos insectos beneficiosos.
En concreto, se realiza también la siembra de los llamados "alcorques floridos", que este año suman alrededor de 1.700 metros cuadrados en diferentes zonas de la ciudad, como el paseo Echegaray y Caballero, avenida de Ranillas, zona de La Chimenea o Alcalde Caballero.
Por otro lado, se han seleccionado algunas zonas naturalizadas para el refugio de insectos donde se realiza una gestión diferenciada, permitiendo la floración de especies silvestres y segando cuando esta vegetación se ha agotado. Este año suman alrededor de 14.400 metros cuadrados, especialmente en el entorno del Corredor Verde.