Para muchos el mundo de la gastronomía es uno de los más complicados, y aunque en cierto modo no van muy desencaminados, sí que es cierto que existen trucos y métodos que simplifican el proceso. Además, también existe una parte del porcentaje que no depende de nosotros, condicionantes como la humedad, la luz directa o la temperatura contra la que es más complicado luchar.
Ahora bien, sin duda alguna los trucos son más que bienvenidos, sobre porque más allá de tener mañana y paciencia, nos podemos ahorrar unos cuantos disgustos, y de paso, también unos cuantos euros en productos que no son necesarios.
El cartón de los huevos: el aliado perfecto
En casa tenemos muchísimos elementos que nos pueden ayudar con nuestras plantas y macetas, únicamente hay que darles una segunda vida. La gran mayoría de las veces son precisamente aquellos objetos que nunca pensaríamos que tienen este tipo de utilidad. Este es el caso del cartón de los huevos, que solemos tirar nada más terminarlos o al llegar a casa y guardarlos en el frigorífico y, sin embargo, es el aliado perfecto.
Seguro que en alguna ocasión durante en tu infancia te mandaron la siguiente tarea: plantar unas semillas en el recipiente de un yogur y esperar que creciera una planta. Este método resulta algo parecido. Han sido numerosos jardineros los que han compartido este truco. Lo único que habría que hacer es recortar el cartón según los huecos que se necesitan y humedecerlos con un pulverizador de agua.
Tras ello, tan solo tendrás que añadir el sustrato necesario para llenar los huequecitos e incluir en el interior un par de semillas. De esta forma, conseguimos unas pequeñas macetas que, además de encajar en cualquier estancia de nuestra casa, se pueden transportar perfectamente.
