
El sector de la construcción en Andalucía ha arrancado 2025 con fuerza. El consumo de cemento —uno de sus principales termómetros— ha registrado un crecimiento del 13,1% en el primer trimestre del año, alcanzando las 762.958 toneladas, según datos de la Agrupación de Fabricantes de Cemento de Andalucía (AFCA). Este repunte, que supone 88.409 toneladas más que en el mismo periodo del año anterior, refleja el dinamismo de la actividad edificatoria, especialmente en el segmento residencial.
"El primer trimestre del año refleja un comportamiento positivo del consumo de cemento y, por tanto, de la actividad del sector de la construcción", ha valorado Ricardo de Pablos, presidente de AFCA. Un dato que coincide con el crecimiento del 31% en los visados de viviendas nuevas en Andalucía durante 2024, lo que anticipa una intensa actividad en el mercado inmobiliario para este ejercicio. En total, se han visado 31.296 viviendas en la comunidad, según datos del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
Obra nueva: foco en la Costa del Sol
Buena parte de este dinamismo se concentra en provincias como Málaga, Sevilla y Cádiz, donde el mercado residencial —especialmente de obra nueva— vive un momento de gran efervescencia. La Costa del Sol, en particular, se consolida como uno de los polos más atractivos tanto para la inversión nacional como extranjera. Municipios como Marbella, Estepona o Benahavís lideran las estadísticas de nuevos desarrollos urbanísticos, con promociones orientadas a un comprador de alto poder adquisitivo y una demanda sostenida por el interés internacional.
Este empuje ha transformado la comarca en un motor del sector inmobiliario andaluz, donde el alto ritmo de construcción se traduce directamente en un mayor consumo de materiales como el cemento. Según fuentes del sector, además de las promociones residenciales, otros segmentos como el hotelero y el logístico también están contribuyendo al incremento del consumo.
Caída de exportaciones
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Las exportaciones de cemento y clínker han caído un 9,3% en el primer trimestre, hasta las 97.634 toneladas. Esta tendencia a la baja también se mantiene en los datos del año móvil, con un descenso del 9,5%. El retroceso se explica en parte por la desaceleración de la demanda en algunos mercados internacionales y el aumento de los costes logísticos.
En cambio, las importaciones han crecido de forma notable en marzo (129,9%), aunque en el acumulado del año siguen a la baja (-33,6%), lo que evidencia una mayor autosuficiencia del sector para cubrir la demanda interna.
Aunque la edificación residencial mantiene el pulso, desde AFCA advierten de la falta de impulso en obra civil. "No se esperan crecimientos significativos en inversión pública a lo largo de este año", ha señalado De Pablos. En este sentido, el sector sigue reclamando una mayor apuesta por infraestructuras, rehabilitación urbana y obras públicas que ayuden a equilibrar el crecimiento.
Además, otro de los retos estructurales del sector es la sostenibilidad. Aunque se ha avanzado en eficiencia energética y reciclaje de residuos, la huella de carbono de la producción de cemento sigue siendo un desafío clave, en línea con los objetivos europeos de descarbonización de la industria.