
El histórico apagón eléctrico de ayer afectó gravemente a la economía vasca en todos sus ámbitos, si bien la industria fue uno de los sectores más golpeados por el sobrecoste que conlleva detener su actividad, más aún si ésta se produce de forma inesperada. El cero energético alcanzado ayer sorprendió a todas las empresas del territorio, si bien la incidencia fue mayor en las de Bizkaia y Gipuzkoa, ya que en Álava se celebraba la festividad de San Prudencio.
Hoy, importantes firmas como Mercedes-Benz, Michelin, Petronor, la ACB o ArcelorMittal, que han recuperado ya su actividad, tratan de remontar y que este parón no lastre su ritmo de producción ante los pedidos que tienen en marcha.
En el caso de la planta de Mercedes de Vitoria-Gasteiz, la dirección ha señalado que, ayer, al ser festivo en la provincia alavesa, no hubo producción, y por lo tanto no se produjo ninguna afección a la misma. No obstante, desde ayer por la tarde, llevan trabajando "intensamente" para que las consecuencias por el apagón eléctrico fuesen mínimas con la realización previa de pruebas antes de su puesta en funcionamiento de hoy. Así, la jornada ha arrancado "con dificultades", pero están sacando la producción adelante, aseguran.
La fábrica que Michelin tiene en la capital alavesa, por su parte, ha informado de que han reanudado su actividad con "normalidad", aunque también reportan "dificultades" en la manufactura de sus ruedas gigantes, que en esos momentos se encontraban en producción.
Asimismo, tanto la ACB como las distintas plantas de ArcelorMittal de Euskadi se encuentran ya operativas y "no han ocasionado incidentes ni daños a los trabajadores ni a las distintas instalaciones de la empresa". Tras interrumpirse el suministro eléctrico este lunes a las doce y media, las acerías de Sestao y Olaberria-Bergara lograron tener ayer por la tarde-noche "potencia suficiente" para reanudar su producción. La misma situación se dio en las instalaciones de Etxebarri y también en las plantas de tubos de ArcelorMittal, tanto en Euskadi como en Navarra, en concreto las de Legutio, Lesaka y Berrioplano.
Protocolo de seguridad
En el caso de Petronor, la refinería de Muskiz, en Bizkaia, vio paralizada ayer totalmente su actividad por motivos de seguridad. Los mecanismos de seguridad se encendieron en el momento en el que se produjo la caída de la red y provocaron que las antorchas de la refinería emitiesen una gran nube de humo de color oscuro que alarmó a la población al pensar que podía tratarse de un fallo o incluso de un incendio. Sin embargo, la filial de Repsol emitió un mensaje de calma al asegurar que formaba parte de su protocolo de seguridad.
Ayer, ante la falta de suministro eléctrico, la refinería procedió a parar la planta y, ya restablecido y estabilizado el servicio, durante la jornada de hoy ha arrancado "de forma paulatina y secuencial" la puesta en marcha de sus unidades. Un proceso en el que, tal y como ha advertido, pueden producirse "episodios puntuales de aumento de llama en las antorchas de la planta", que, según han explicado, sirven "para liberar presión en situaciones puntuales", pero que son señal de que la refinería está funcionando correctamente. Aun con todo están llevando a cabo un seguimiento de las emisiones en continuo para su control y minimización a la atmósfera.