
La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a dos años de prisión y al pago de una multa de 1.800 euros a un exdirector de una sucursal bancaria que persuadió a una antigua cliente de 89 años, ya fallecida, para que le permitiese acceder a sus cuentas y, sin conocimiento de la mujer, transfirió 49.910 euros a su cuenta particular.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria le considera autor de un delito de estafa agravada en la sentencia, que ha dado a conocer este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC). Según los hechos probados que se recogen en la sentencia, el acusado se "prevalió de la avanzada edad y de la relación de confianza" que tenía con una mujer de 89 años.
El que fuera director de la sucursal "convenció a la misma para que le permitiese acceder a las cuentas bancarias titularidad de ella, siendo él autorizado en las mismas", dado que ella no sabía utilizar "los servicios de banca en línea". Sin que la mujer supiera nada, realizó cuatro traspasos de dinero a su cuenta de 10.000, 20.000, 19.000 y 910 euros. Años después los nietos conocieron dichos traspasos y denunciaron, aunque su abuela falleció tan solo un mes después.
El tribunal ha tenido en cuenta la concurrencia de la circunstancia atenuante de la responsabilidad penal de reparación del daño, y es que en cuanto fue citado para declarar como investigado, el acusado consignó en el juzgado 50.000 euros con la finalidad de devolver el dinero al patrimonio hereditario de la mujer. Sin embargo, reconoció haber efectuado las transferencias, pero alegó que seguía las instrucciones de la mujer.
En definitiva, el TSJC considera que "la versión del acusado no se sostiene": "Lo realmente sucedido es que el acusado, aprovechando la grandísima confianza (en sus propias palabras) que la mujer depositaba en él y sabiendo que la avanzada edad de esta la impediría efectuar un seguimiento detenido de lo que el acusado estaba haciendo con su dinero, prevaliéndose de la autorización que le había confiado de buena fe, decidió aprovechar la ocasión y mediante esas repetidas y dobles transferencias hizo llegar a su propia y personal cuenta corriente 49.910 euros que eran propiedad exclusiva de la mujer".