La actualidad estadounidense ha girado estos días de forma inevitable en torno a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump que finalmente han sido suspendidos durante 90 días a la espera de llegar a acuerdos con los diferentes países. En el mismo día en el que el dirigente anunciaba esta suspensión dando un respiro al mercado, Trump ha anunciado una medida más mundana: la reforma de la presión de las duchas para que salga más fuerte.
En concreto, Trump ha ordenado la reforma de la normativa en la que se establecían restricciones a la potencia de los cabezales de las duchas. El presidente de EEUU ha defendido esta medida asegurando que su idea es que las duchas "vuelvan a ser geniales".
"Me gusta ducharme bien para cuidar mi hermoso cabello... Tengo que estar de pie en la ducha 15 minutos hasta que se moja... Es ridículo", dijo Trump antes de firmar la norma en declaraciones recogidas por EFE.
De acuerdo con un comunicado publicado por la Casa Blanca, la orden exige al secretario de Energía, Chris Wright, poner fin de inmediato la norma federal "excesivamente complicada que redefinió el término 'cabezal de ducha'" vigente durante los dos gobiernos de Barack Obama (2009-2017) y el Joe Biden (2021-2025).
La derogación de esta medida tendrá lugar 30 días después de la fecha de publicación y cumplirá por fin una de las exigencias de Trump, que se ha quejado en numerosas ocasiones de los acuerdos tomados por los diferentes gobiernos demócratas a favor de la eficiencia de agua.