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Condenada una clínica veterinaria de Sevilla a indemnizar a una mujer por perder las cenizas de su gato de un año

Gato. Foto: Dusan Zidar / Dreamstime.

El Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Sevilla ha condenado a una clínica veterinaria a indemnizar con 800 euros a una clienta por la pérdida de las cenizas de su gato, Umi, que no llegaba al año de edad.

Según informa el Consejo General de la Abogacía Española , la familia llevó de urgencia al felino al hospital veterinario, donde, debido a su grave estado, optaron por la eutanasia compasiva. También solicitaron y pagaron la incineración individual para conservar sus cenizas. Sin embargo, la clínica cometió un error y lo incineró junto a otros animales.

La pareja, que tenía un gran afecto por el gato al que había criado desde pequeño incluso con biberón, deseaba poder disponer de sus cenizas para conmemorar su memoria.

Por ello solicitó expresamente a la clínica que procediera a la incineración individual del animal, aunque desde el primer momento no tuviera claro de qué modo quería que se hiciera, y que les facilitara sus restos. La pareja se puso en contacto en varias ocasiones con la clínica para pedir explicaciones y solicitar la entrega de los restos de su animal, aunque no recibió respuesta.

Tras varias solicitudes sin respuesta, la clínica admitió la equivocación y reembolsó la diferencia entre la incineración individual y la colectiva. Lola García, abogada defensora de la familia, destaca que esta sentencia marca un precedente en la jurisprudencia española al reconocer el daño moral por la pérdida de un animal, más allá de la negligencia veterinaria en su tratamiento médico.

"Sin duda, el cambio en el régimen jurídico de los animales tras la reforma del Código Civil ha supuesto un avance crucial para la sociedad española, ya que los animales y su recuerdo forman parte de la familia, una familia multiespecie que aún no cuenta con el reconocimiento pleno del ordenamiento jurídico. No obstante, gracias a sentencias pioneras como esta, se abre la puerta a nuevas reclamaciones", afirma García.

Según García, de acuerdo a este artículo todos los convivientes con el animal tienen derecho a ser indemnizados cuando se produzca la lesión o muerte de un animal por daño moral, y no solo la responsable del chip (la madre), por lo que se ha presentado un recurso que supondría una indemnización total para la familia cuantificada en más de 3.000 euros.

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