
El principal enemigo, tanto de los utensilios de cocina como de los del baño, es la cal. Por lo general, ataca a los grifos que usamos todos los días, por lo que tratarla es necesario y no por cuestiones estéticas, sino porque puede dañar las superficies de los equipos y perjudicar su funcionamiento.
Como bien sabemos, si comienza a acumularse en la palanca de control, las válvulas o en los puntos de fijación, existe el riesgo de que se produzcan fugas de agua o que el grifo comience a gotear con ese tintineo tan desagradable y que tan de los nervios pone a miles de hogares españoles.
En profundidad
Pese a que una solución lógica es instalar un filtro antical (eso sí, conlleva una gran inversión económica), la medida más efectiva para eliminarla por completo es limpiar los grifos con bastante frecuencia. Sí, hablamos aproximadamente de cada 15 días.
Y para ello, hay un truco que no requiere usar productos químicos, tan solo zumo de limón, según ha revelado la experta en limpieza de Tap Warehouse, Nancy Emery, a 'Express'. Esta fruta es una potente limpiadora y puede utilizarse para el cristal de la ducha, la tetera o el microondas.
Más detalles
Al parecer, el ácido cítrico del limón es el encargado de derretir la cal. Para eliminar esas manchas tan odiosas, lo primero es preparar una solución de zumo y agua. Acto seguido, se debe utilizar una esponja suave para frotar la solución y dejarla que actúe en el grifo durante dos minutos.
Para finalizar, hay que aclarar con abundante agua. Por si fuera poco, también se puede cortar un limón por la mitad y frotar sobre la parte blanquecina directamente. Otros remedios caseros son vinagre blanco y bicarbonato de sodio y sal gruesa.