* Por Emily Cook, senior HR researcher Top Employers Institute
La Generación Z se está incorporando a la vida profesional con ambiciones audaces y una visión clara de lo que debe ser el trabajo. Nacidos entre 1997 y 2012, están desafiando normas arraigadas y redefiniendo los entornos de trabajo con nuevas prioridades: equilibrio, propósito y una conexión significativa. Se ha escrito mucho sobre los retos y oportunidades que conlleva su llegada. Pero, ¿qué futuro están definiendo para sí mismos y para sus futuras organizaciones? Para averiguarlo, Top Employers Institute realizó una encuesta a 1.700 personas de la Generación Z de entre 18 y 27 años en ocho países y cuatro continentes.
Para la Generación Z, el crecimiento sostenible significa algo más que ascender en la empresa y dan prioridad al bienestar a largo plazo junto con el éxito profesional. Casi dos tercios de los encuestados en todo el mundo aceptarían un salario más bajo a cambio de un mejor equilibrio entre trabajo y vida privada. La Generación Z quiere trabajar en empresas que ofrezcan crecimiento y una cultura que les cuide.
Los integrantes de la generación Z suelen considerarse «nativos digitales». A pesar de su exposición precoz a las tecnologías digitales, sus opiniones sobre la Inteligencia Artificial (IA) revelan un prudente escepticismo. Sólo el 49% de los encuestados españoles cree que la IA les ayudará en su carrera profesional. Esta cifra es inferior a la media mundial del 60%. Sus reticencias ponen de manifiesto la necesidad de acciones impulsadas por los empresas, como la formación en IA y el apoyo a la planificación de la carrera profesional. La empatía de los líderes es otra prioridad para esta generación.
La Generación Z espera que sus líderes escuchen, comprendan y actúen con consideración. El rasgo de liderazgo preferido por los trabajadores de la Generación Z en todos los países estudiados es la inteligencia emocional.
