
Un estudio publicado en la revista Scientific Reports ha demostrado que los gatos domésticos son capaces de diferenciar sus propios nombres de otras palabras. A pesar de que se conoce bien la habilidad de los perros para comprender las señales humanas, la capacidad de los gatos para comunicarse con las personas y reconocer palabras específicas no había sido completamente explorada hasta ahora. Los investigadores utilizaron un método de habituación-deshabituación para analizar la respuesta de los felinos a diversas palabras humanas, como sus propios nombres, sustantivos generales y los nombres de otros gatos que cohabitan en el mismo hogar.
El experimento se llevó a cabo con gatos domésticos de hogares comunes y gatos de un "cat café", un establecimiento donde los visitantes interactúan con los felinos. Los resultados fueron sorprendentes: los gatos que vivían en hogares tradicionales demostraron una capacidad clara para reconocer sus propios nombres, incluso cuando eran pronunciados por personas desconocidas. Estos gatos mostraron una notable reacción de "rebote" al escuchar su nombre, después de haberse habituado previamente a la repetición de otras palabras. Este comportamiento indicó que los felinos no solo reconocen sus nombres por la familiaridad, sino que también son sensibles a las características fonéticas de las palabras.
Este descubrimiento sugiere que los gatos no solo están en sintonía con los sonidos que les son familiares, sino que tienen la capacidad de discriminar palabras basándose en diferencias fonémicas, lo que los convierte en una especie más comunicativa de lo que se pensaba previamente. Sin embargo, los gatos de los "cat cafés", a pesar de estar expuestos a una mayor variedad de nombres, no lograron discriminar sus propios nombres de los de otros gatos. Esto indica que el entorno en el que viven podría influir en su capacidad para reconocer y diferenciar las palabras humanas.
El estudio también subraya que, aunque los gatos no están tan entrenados como los perros para responder a comandos o señales humanas, poseen una sensibilidad considerable hacia la voz humana. Los felinos demostraron ser capaces de reconocer la voz de su dueño y responder a ciertos estímulos vocales de forma intuitiva. Esto refuerza la idea de que los gatos han desarrollado, a lo largo de su proceso de domesticación, un sistema de comunicación con los humanos que va más allá de los simples maullidos.
A pesar de su comportamiento más independiente, los gatos muestran una sorprendente capacidad para entender las interacciones humanas, reconociendo incluso palabras clave como sus propios nombres. Este estudio cambia la percepción de los gatos como animales menos comunicativos, mostrando que, aunque de manera más sutil, también se comunican con las personas y responden a los estímulos vocales de manera significativa.
Este avance abre nuevas puertas para la investigación sobre la comunicación entre humanos y gatos, una relación que, a pesar de ser más reciente que la de los perros, sigue demostrando ser profunda y llena de matices.