
Esta temporada podría marcar un antes y un después en el modelo de negocio de la NBA, la liga de baloncesto más importante del mundo. Después de muchos años de continuo éxito, las audiencias están comenzando a descender de manera notable, algo que por el momento no preocupa al comisionado de la competición, Adam Silver, el cual antepone otros motivos al de un modelo de juego que no termina de convencer al espectador.
Así lo dicen las audiencias, que desde el primer día de la temporada llevan registrando peores datos que años anteriores. Por ejemplo, la jornada inaugural tuvo un 42% menos de audiencia y el segundo día de competición, un 30% más baja que la campaña pasada. Hasta las semifinales de la Copa NBA, la cuota de pantalla de los encuentros para los socios nacionales de la liga (ESPN, ABC y TNT), disminuyó un 19% respecto al mismo periodo del año pasado, según datos de Sports Media Watch.
Pero estos datos no le importan demasiado a Silver. El jefe de la NBA aseguró que este año han tenido que lidiar con otras competiciones, además de las elecciones estadounidenses. "Este año hemos tenido que competir con unas World Series (las Finales de la liga de béisbol) Dodgers-Yankees, dos equipos muy atractivos. Han conseguido una gran audiencia", explicaba sobre un enfrentamiento realmente potente. Otro de los motivos según él han sido las elecciones americanas, con todo lo que ello arrastra y quita al resto de contenidos.
Pero en realidad, uno de los motivos que podría haber provocado esta bajada de la audiencia es el modelo de juego que lleva instalado desde hace unos años, donde el triple es el, prácticamente, gran protagonista de los partidos. Algo que no inquieta a Silver y sí que los encuentros merezcan la pena, sin importar cómo, y, por tanto, haciendo oídos sordos a aquellos que han sugerido aumentar la línea de tres como solución.
Sin embargo, el día de Navidad dio la razón, por el momento, al comisionado, con unos datos de audiencia de récord, gracias en parte al encuentro que disputaron los Lakers y los Warriors, que no se decidió hasta los instantes finales, con un promedio de 7,76 millones de espectadores y un pico de 8,32 millones a las 22,30 horas de la noche. En el total, los partidos tuvieron un promedio de 5,25 millones de espectadores, lo que supone las mejores cifras en los últimos cinco años. "Hoy ha sido un paso en la dirección correcta para que la gente se entusiasme de nuevo con el baloncesto. Espero que no sea solo porque es Navidad", reconoció Kevin Durant (Suns) tras ganarle a los Nuggets.
Las estrellas alzan la voz
Uno de los grandes activos de la NBA, como es LeBron James, ha sido el último en opinar al respecto, afirmando que en la actualidad se "tiran un montón de malditos triples". Para el alero de los Lakers, "no es solo el All Star, es nuestro deporte en general", puntualizó. "Tengo mis perspectivas sobre lo que podría funcionar mejor. Necesitamos actuar. Los últimos partidos All-Star no han encendido la noche como se esperaba", afirmó. Al poco tiempo le respondió Silver, alegando que no todo tiene por qué centrarse en los lanzamientos desde la línea de tres puntos. "Estamos teniendo muchas discusiones sobre el estilo, pero no reduciría todo al tiro de tres puntos. Tenemos que mirar de forma más amplia otros aspectos, como la habilidad de los jugadores, la diversidad ofensiva y cómo los aficionados perciben el juego", aseguró.
Esto ya lo verbalizó Pau Gasol hace dos años, cuando dijo que "ahora hay tiros de 3 'a patadas', es un correcalles". "No me acaba de gustar que se pierda la esencia de este juego, que es jugar en equipo, mover el balón, crear un equilibrio entre dentro y fuera. Un poco más de táctica si quieres antes que cualquier tiro sea bueno", remarcó. El mayor de los Gasol recordó que hace años era inconcebible tirar tan rápido o intentar triples en contragolpe. "Antes tirabas en los primeros 8 segundos de posesión y te sentaban en el banquillo. Y si tirabas un triple en contraataque, sin rebote ofensivo, era como "piénsalo un poquito", recuerda el ex de los Lakers, entre otros muchos equipos.
Hace unas semanas fue el mítico Shaquille O'Neal el que salió a la palestra para alzar la voz respecto a este modelo de juego aburrido para muchos que ha provocado una bajada considerable en las audiencias de la NBA. "Tengo una teoría. Ha bajado porque estamos viendo siempre lo mismo. Hoy en día todos los equipos tiran triples. Todos están ejecutando las mismas jugadas en la maldita zona por detrás del tiro libre, con el dribbling y el step-back. Y la audiencia va a seguir bajando a menos que cambiemos las cosas a como se hacían antes", confesó.
Una evolución alarmante
El aumento del lanzamiento de tres puntos es una evidencia y, con los pasos de los años, va en aumento, y uno de los motivos que puede llevar a este cambio sea el continuo aumento físico de los jugadores, cada vez más atléticos.
Según datos de Sporting News, en el trienio de 1979 a 1982 se lanzaron 13.126 triples de un total de 498.508 intentos, lo que supuso un 2,63% de acierto total. De 1995 a 1998 se encestaron 108.335 triples de un total de 568.806 intentos. Un 19,04% del total. En el trienio de 2004a 2007 se lanzaron 119.733 triples de un total de 588.014 intentos, lo que supuso un 20,36% del acierto total. Y, por último, del 2016 al 2019 se encestaron 212.054 triples de un total de 629.243 intentos. Un 33,69% del total.
Ante esto, Antoni Daimiel, uno de los analistas y comentaristas de NBA con más experiencia en España, ya alertó hace tiempo del cambio que se estaba produciendo en la liga de baloncesto más importante y espectacular del mundo. "El baloncesto cambia porque cambia la manera de jugar y el físico de los jugadores que son más grandes, más rápidos y más fuertes, y el espacio es el mismo", señaló en 'Play Basket'. "El paso del tiempo empieza a complicar el tema de los espacios, solo hay que fijarse la cantidad de veces que se pisa la línea lateral en cada partido porque no caben sus pies entre la línea lateral y la de triple". Una situación que, en un futuro, podría hacer cambiar parte del reglamento.
Para Daimiel, una de las claves podría estar en el cambio de las dimensiones de la pista. Lógicamente, al ser los jugadores más atléticos y físicos que antes, los espacios deberían acomodarse a estas características. "Hacen falta más espacios para que los jugadores se muevan con mayor libertad, para que el balón se mueva con mayor libertad y porque los jugadores —Wembanyama es el último ejemplo— son cada vez más grandes, tienen los brazos más largos, reaccionan en el movimiento mucho más rápido... Por lo tanto, esto hay que cambiarlo", declaró.