María Cristina Álvarez, la asesora de Moncloa que se intercambió correos con la Universidad Complutense para ayudar con gestiones relacionadas con el máster que impartía Begoña Gómez, ha asegurado que se le nombró ayudante de la mujer del presidente del Gobierno para temas tanto oficiales como privados.
Álvarez ha comparecido ante el juez Juan Carlos Peinado, titular del Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid y encargado de la investigación sobre Begoña Gómez y la posible comisión de cuatro delitos de apropiación indebida, intrusismo profesional, tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Preguntada por el envío de correos a la Universidad Complutense y a Reale, Álvarez ha dicho que lo hizo como "un favor" a una "amiga": insistió a la empresa para que mantuviese el patrocinio de la cátedra.
En su declaración, Álvarez ha explicado que Moncloa la eligió porque conocía a Gómez con anterioridad. De acuerdo con su testimonio, al que ha podido acceder elEconomista, fue la propia Begoña Gómez la que se puso en contacto con ella informando de que, a la llegada de su marido a la presidencia del Gobierno, podía tener una persona destinada al asesoramiento.
Las funciones de la asesora
Las funciones que desempeñaba, ha explicado Álvarez, eran buscar un entorno seguro eficiente y discreto a Begoña Gómez, controlar toda su agenda, informar a las unidades del departamento de seguridad, reportar a protocolo, y hacer informes, entre otras.
Según fuentes presentes en la comparecencia, Álvarez ha estado visiblemente nerviosa e incluso ha sido apercibida por Peinado por contestar a varias preguntas con evasivas.
