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'Los papeles de Moncloa': de entregar por error los correos de Begoña Gómez al juez a publicar los argumentarios internos

Los errores de Moncloa se suceden a la velocidad de la luz. Primero, fue Begoña Gómez, investigada ahora por tráfico de influencias y corrupción en los negocios, entre otros tantos delitos, quien aportó al Juzgado unos correos electrónicos que evidenciaban que una asesora de la Presidencia gestionaba sus propios negocios y las relaciones de Gómez con las empresas del Ibex. Después, no obstante, fue el propio Gobierno quien distribuyó -también por error- el argumentario sobre el que la ministra portavoz, Pilar Alegría, se apoyaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para dar respuesta a los casos que cercan a la formación socialista.

Sobre esto último, Moncloa filtró las réplicas preparadas por el equipo de comunicación de la Presidencia a la situación procesal de la mujer del jefe del Ejecutivo y de su hermano, David Sánchez, o también la del exministro José Luis Ábalos, o las declaraciones de Víctor Aldama, el principal 'comisionista' del 'caso Koldo'. Precisamente, sobre Aldama, que ha amenazado en sede judicial con aportar pruebas del pago de dinero en sobres a Ferraz, el documento rezaba que éste "no tiene ninguna credibilidad. Su estrategia de defensa consiste en mentir, desviar la atención, sembrar dudas. Y lo hace para salir de prisión y para tapar sus actividades delictivas".

Cabe recordar aquí, que el empresario 'amenazó' al Gobierno socialista con 'tirar de la manta' sobre las presuntas actividades delictivas que apuntan a Ábalos y al exasesor de éste, Koldo García. De hecho, pese a que Pedro Sánchez afirmó que no conocía de nada al empresario tras aquella fotografía publicada por El Mundo en la que aparecían él y Aldama, éste aseguró que la instantánea era una "evidencia" más de que ambos mantenían una relación e, incluso, insinuó que aportaría mayores pruebas los próximos días.

Esto, sin embargo, no es todo. La filtración de Moncloa dejó en abierto la estrategia que planeaba el Gobierno socialista para debilitar a las formaciones de la oposición como Vox y PP, a quienes acusó de gestar una batalla judicial: "Ante estas circunstancias, creemos necesaria una reflexión colectiva sobre la estrategia de la derecha y la ultraderecha, que consiste en acosar a familiares de políticos progresistas y a los funcionarios que persiguen los delitos del entorno del PP", apunta el argumentario.

En paralelo, fue la propia Gómez quien entregó por error a Peinado las evidencias que exponían cómo María Cristina Álvarez, asesora de Moncloa, gestionaba sus negocios propios. Según consta en varios correos electrónicos y han confirmado fuentes próximas a la investigación, Álvarez era la persona que coordinaba directamente la agenda de Gómez y la que solicitaba reuniones al más alto nivel. Aunque en algunos casos enviaba los correos desde una cuenta personal de gmail, en otros utilizaba el de Presidencia del Gobierno, teniendo en cuenta que su cargo era el de directora de Programas. Esto, de hecho, quedó demostrado con los emails entregados al instructor Peinado.

Entre las comunicaciones que la Moncloa filtró destaca, por ejemplo, una llevada a cabo con Endesa en 2021, cuando según las fuentes consultadas, remitió un correo electrónico al entonces director general de Comunicación de Endesa, Ignacio Jiménez, para organizar una reunión entre Gómez y José Bogas -presidente de la compañía-. Aunque en esa reunión no estuvo presente finalmente Bogas –hubo tan solo un saludo protocolario–, Gómez sí que mantuvo un encuentro gracias a esas gestiones con varios responsables de la compañía. Cristina Álvarez fue también la encargada de gestionar desde presidencia del Gobierno la asistencia del director general de la Fundación Endesa, Javier Blanco, y del subdirector general de Fundación La Caixa, a una jornada organizada en Ifema.

Un correo enviado en 2021 por Cristina Álvarez desde Presidencia

En la misma línea, Álvarez participó igualmente en los contactos para la incorporación de otras grandes empresas, como Telefónica, con el objetivo de que se incorporara como patrocinador de la Cátedra de Transformación Social, algo que la compañía que preside José María Álvarez Pallete, que ya había desarrollado el software de su plataforma, acabó rechazando. Pero Endesa, Caixabank o Telefónica no fueron las únicas con las que Begoña Gómez mantenía contactos entre las grandes empresas. Entre otras, la mujer de Sánchez quiso también hacer negocios con Mercadona, Mastercard, Deloitte, KPMG, la Asociación Española de Fundaciones o la patronal Conpymes, la rival de Cepyme, impulsada desde el propio Gobierno.

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