Noche de transistores en Corea del Sur. El presidente, el conservador Yoon Suk-Yeol, ha intentado declarar la ley marcial, para cerrar el Parlamento, suspender las actividades políticas y tomar el control de la prensa. La noticia ha supuesto un 'shock' en los mercados, llevando al won surcoreano a caer un 2,2% contra el dólar y al bitcoin a sufrir un 'flash crash' -un hundimiento repentino- del 33% en unos minutos en los mercados locales, ante el temor a una crisis mayor.
El fracasado autogolpe de Estado ha provocado sacudidas en los mercados. El bitcoin se ha desplomado de forma repentina de unos 96.000 dólares a unos 66.000 dólares en las principales casas de cambio surcoreanas, tras una avalancha de órdenes de venta que multiplicaban de forma descomunal el volumen de compraventas de un día normal. Hora y media después, el bitcoin sigue cayendo un 2,66% en los mercados surcoreanos. Un valor similar al que se deja el won frente al dólar, cayendo a su nivel más bajo en dos años.
Pasadas las 22 horas locales, Suk-Yeol ha anunciado la imposición de la ley marcial, acusando a la oposición, el liberal Partido Demócrata, de ser "fuerzas anti-estatales y pro-norcoreanas" que quieren "subvertir el sistema democrático liberal". La razón está en que dicho partido, que ganó una mayoría absoluta en las elecciones legislativas celebradas este año, se ha negado a aprobar la agenda política del presidente y ha amenazado con tumbar su propuesta de presupuestos.
Para "defender el sistema democrático", el presidente ha prohibido las actividades políticas, ordenado cerrar el Parlamento, instaurado la censura en los medios, y prohibido las huelgas y las manifestaciones. Unas medidas que el propio partido de Suk-Yeol ha calificado de "equivocadas". La oposición, por su parte, ha convocado un pleno de la Asamblea Nacional para rechazar la medida, ya que la Constitución obliga a que sean los diputados los que voten si mantener o no la ley marcial. Según la Carta Magna surcoreana, si la mayoría absoluta de los diputados votan en contra, dicha ley dejaría de estar en vigor inmediatamente.
Pero allí se han encontrado con fuerzas de seguridad, que seguían las órdenes del presidente de evitar que los diputados accedan a la Cámara a votar. Los medios locales mostraban fotos de tanques por las calles de Seúl y helicópteros sobrevolando el Parlamento. Aun así, pasada la medianoche, una mayoría de los diputados han logrado acceder al salón de plenos y han votado por mayoría de dos tercios declarar la ley marcial "nula e inválida", mientras los empleados de la Cámara han montado barricadas dentro del edificio para evitar que el Ejército interrumpiera la sesión.
Tras anunciar el Parlamento los resultados de la votación que anula el decreto de ley marcial, emitido en directo por la televisión pública, los soldados que rodeaban a la Cámara han dado media vuelta y se han marchado, en medio de manifestaciones masivas en favor de la democracia y contra el presidente en Seúl. Finalmente, algo más de cuatro horas después de la declaración, el presidente ha anunciado que acepta la votación parlamentaria y que cancela la ley marcial.
Los ciudadanos y los medios locales también han denunciado caídas del servicio de las principales aplicaciones móviles, posiblemente ante una sobrecarga del servicio.