
El PSOE se atrinchera en el papel de víctima y cierra el paso a la disidencia y a la autocrítica en su 41 Congreso Federal que se celebra en Sevilla. A la espera de que el líder absoluto, Pedro Sánchez, pronuncie su discurso el domingo, el partido se esfuerza en proyectar en bloque los mensajes de fuerza en torno a los que se articula actualmente su discurso: el "ataque sin precedentes en democracia" que sufre Sánchez, una "cacería humana" y una "industria del odio" que intenta acabar por todos los medios con el gobierno más progresista de Europa con el que España "adelanta por la izquierda".
El Congreso el que se pretendía relanzar la figura de Pedro Sánchez con un PSOE más escorado a su izquierda se está convirtiendo en un acto de resistencia ante los escándalos judiciales que cercan por corrupción a Ferraz y Moncloa. Quedan por despejar las incógnitas de si el secretario general mantendrá a Santos Cerdán y María Jesús Montero a los mandos del partido y las caras que incorporará a la dirección federal. Pero la estrategia ya es defensiva. De resistencia. Y de evitar las voces disidentes con la línea oficial.
Durante todo el día se debaten más de 6.000 enmiendas a la ponencia política, que plantea un giro a la izquierda con un estado más federalista, con el encaje de una financiación singular para Cataluña, más impuestos y condicionar toda la política económica la lucha contra el cambio climático. Aunque los temas en los corrillos sean otros: Lobato, De Aldama, Koldo, Begoña Gómez, el fiscal general Álvaro García Ortiz …
Voces críticas
La ex secretaria general del PSOE andaluz y ex presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha sido hoy la única que ha expresado en voz alta ese ambiente que pesa sobre el congreso. A su llegada al evento ha expresado la necesidad de un PSOE "respirable, habitable" y "donde todo el mundo pueda dar su opinión sin que te caiga una manta de palos". Díaz tiene asumido su papel "en el banquillo", aunque avisa: "aún soy joven".
Otros cuya disidencia respecto a la actual dirección es bien conocida, como Emiliano García Page, se ausentaron en la mañana de inauguración oficial del Congreso para evitarse el trago de tener que aplaudir el informe de gestión del secretario de organización, Santos Cerdán. Cuando al fin apareció por Sevilla fue para recomendar a su partido "que no se ponga en el papel de víctima" si antes no va precedido de "una buena dosis de autocrítica", porque ese papel, el de víctima, "es el último recurso". Lambán, ya de salida, había renunciado previamente a aparecer por el congreso.
A primera hora ya habían trascendido maniobras para sacar a quienes no van en el tren oficialista del foco. En los corrillos de prensa el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, había convocado a los secretarios generales provinciales de la comunidad a una comida post congreso dejando fuera al de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix. Está previsto que el lider andaluz, contra el que hay contestación interna, anuncie la próxima semana las fecha del congreso regional.
Espadas, como anfitrión, ha protagonizado después del discurso de bienvenida. A continuación se le pidió la palabra desde Izquierda Socialista para abrir un debate sobre la gestión de la ejecutiva saliente. Espadas no la concedió. Salió del paso con un "quedará constancia".
Chaves y Griñán
Así que todos los focos quedaban en el arranque de la jornada del sábado para Chaves y Griñán, dos ex presidentes del PSOE y ex presidentes de la Junta, y también dos condenados en el caso ERE que están a la espera de conocer la nueva sentencia después de que el TC anulara parcialmente la que los condenaba a ambos.
Espadas ha aprovechado su intervención para dedicar un agradecimiento "muy especial", como secretario general de los socialistas andaluces, a Chaves y Griñán, y también a otros ex altos cargos implicados en el caso ERE.
A todos ellos ha querido dedicar el líder del PSOE-A "un reconocimiento" público "por justicia" en la apertura del cónclave de los socialistas, tras lo que los asistentes a la inauguración se han puesto en pie y han dedicado una cerrada ovación a los dos, sentados en primera fila. "Gracias como servidores públicos por vuestro trabajo, por todo lo que habéis dado por esta tierra nuestra, por Andalucía, para que lleguemos hoy hasta aquí. Gracias, de verdad, de corazón", les ha trasladado Juan Espadas a Chaves y Griñán.
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