
En el panorama político de Estados Unidos, los últimos sondeos antes de las elecciones determinan qué candidato parte como favorito pero, en esta ocasión, siguen arrojando una especie de empate técnico, solo con la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, a una décima por encima del republicano, el expresidente Donald Trump.
En una encuesta publicada por el New York Times (NYT) sitúan a Harris como la favorita del 49% de los 240 millones de estadounidenses que están convocados a las urnas en la jornada de este martes. Por su parte, Donald Trump se sitúa, en este sondeo, como el favorito del 48% del electorado estadounidense.
Es cierto que hubo ciertas señales de que la candidata demócrata subía en los sondeos, sobre todo tras el resultado final de la encuesta de ABC News e Ipsos, que la situaban a un 49%, frente al 46% de Trump.
A nivel general está claro que Estados Unidos está muy dividido de cara a las votaciones, pero la clave del desempate se sitúa en los llamados estados 'bisagra'. Estos siete territorios son determinantes para estos comicios. Estos territorios son: Wisconsin, Michigan, Nevada, Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia y Arizona.
Por el momento, según el sondeo de NYT, Harris obtuvo el 48% del apoyo del electorado de Carolina del Norte, frente al 46% de Trump. En Georgia el electorado también prefiere a Harris (48%) frente a Donald Trump (47%) y en Wisconsin el 49% afirmó que se decantaría por la demócrata, frente al 47% que preferirá votar al republicano.
En el resto de Estados bisagra, Trump se llevaría el favor de la ciudadanía con derecho a voto. En concreto, en Arizona se llevaría el 49% de los posibles votantes, frente al 45% que obtuvo Harris en este territorio.
En Pensilvania, donde ambos candidatos han hecho una campaña muy intensa, se han llevado un empate del 48%. Lo mismo sucede con Michigan, cuyo empate es mucho más bajo (47%). Por tanto, vistas las cifras, la llave está en los indecisos.
Aún así, la ventaja de Harris en todas las encuestas estaban dentro del margen de error. De hecho, una encuesta de ABC News hablaba este domingo de un "empate real" (49%-49%).
En la recta final de esta campaña, la economía de Estados Unidos siguió creciendo y la inflación siguió bajando. El empleo funcionó bastante bien, aunque a un ritmo más lento debido a los grandes huracanes de meses atrás y a la huelga de Boeing.
Los partidos ya sabían que los últimos sondeos antes de la cita de hoy no iban a ser, para nada, determinantes, y aprovecharon estos resultados económicos para darle un fuerte empujón a la recta final de la campaña, ya que la economía parte como la principal preocupación del electorado estadounidense, da igual la encuesta que se consulte.
El tono de Harris se volvió más calmado y afirmativo, sin cargar contra Donald Trump. En cambio, el republicano prácticamente tachó de corruptas a las empresas encuestadoras y los medios de comunicación, acusándoles de una conspiración contra él.
La historia se repite, y el republicano esquiva todas las preguntas que le hacen sobre si va a reconocer el resultado electoral en el caso de que no salga ganado. Asimismo, también evita responder a preguntas sobre su papel instigador en el asalto al Capitolio en 2021.
A diferencia de lo que sucede en Europa, los resultados electorales de Estados Unidos se harán esperar. La misma noche electoral nunca se conocen los resultados oficiales, lo que se dará a conocer son las aproximaciones elaboradas por las autoridades electorales y por los medios de comunicación. El gran culpable de este retraso es el voto por correo y la manera que tienen de computarlo.