El 15% de los alumnos españoles no alcanza el nivel básico de rendimiento en competencia financiera, según denuncia el Plan de Educación Financiera, elaborado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Banco de España y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Esto provoca que los ciudadanos no estén en condiciones de afrontar el nuevo contexto financiero con suficiente confianza.
Esta situación puede solventarse con la inclusión de la educación financiera en la escuela. Los tres organismos proponen ampliar los contenidos con más temas relacionados con el control del dinero en la educación primaria, así como introducir más contenidos sobre ahorro y crédito y, por último, tratar temas como las medidas básicas para proteger el dinero: seguridad en compras online, claves y protección de datos, etc. Además, de cara a los alumnos de secundaria la propuesta incluye la creación de una materia optativa o el fomento de proyectos de centro que incorporen la competencia financiera y la inclusión de más contenidos de educación financiera en Matemáticas de 1 º, 2 º y 3 º ESO, y en Educación en Valores Cívicos y Éticos, y en Formación y Orientación Personal y Profesional.
De hecho, esto es más que una propuesta. El convenio de colaboración firmado en septiembre de 2020 por la CNMV, el Banco de España y el Ministerio de Educación y Formación Profesional, recoge el compromiso expreso de incrementar la presencia de la Educación Financiera en el currículo escolar, para lo que se trabajará intensamente en la inclusión y refuerzo de esta disciplina en las diversas etapas educativas.
Pese a que se están dando pasos en este campo, el camino por recorrer todavía es largo. "Hasta día de hoy, el 70% de los colegios sigue sin impartir ninguna asignatura relacionada con la educación financiera. Esto provoca que el 30% de los jóvenes no tiene una formación financiera adecuada para su futuro", denuncia Lucía Medina, directora general de Nantik Lum. Se trata de una fundación que desde hace más de 20 años se dedica a impartir cursos a la población más desfavorecida para acercarle conceptos básicos para tratar con la banca, así como herramientas y habilidades para planificar las finanzas personales y prevenir el sobreendeudamiento.
Para corregir esta situación es importante incorporar estos conocimientos dentro del currículum de los colegios e institutos. Estos últimos ganan mucha importancia si se tiene en cuenta que en muchas ocasiones actúan de paso previo a la incorporación al mercado laboral. "El 40% de los jóvenes españoles no sabe hacer una interpretación correcta de su nómina o calcular porcentajes para calcular el coste de un préstamo o de una rebaja. No tener esas capacidades te pone en una situación de desventaja en el mundo", relata Medina.
La ausencia de estos contenidos en las edades tempranas también afecta al ámbito universitario. "Los alumnos de 18 o 19 años entran en primero con una ignorancia del mundo financiero prácticamente total. Se trata de conocimientos con muy mala fama y eso es lo primero que habría que erradicar porque las finanzas son muy importantes en cualquier momento de nuestra vida", denuncia José Luis Ángel Vega, profesor de economía en la Universidad Politécnica de Madrid.
"El 40% de los jóvenes españoles no sabe hacer una interpretación correcta de su nómina"
Ante la ralentización de las instituciones en este campo, cada vez son más las empresas privadas que están impartiendo estos conocimientos. Intrum, por ejemplo, lleva años impartiendo talleres a jóvenes de entre 14 y 16 años en la Comunidad de Madrid. Se trata de jornadas de aproximadamente hora y media donde ofrecen una experiencia educativa dinámica. Los contenidos abarcan temas como el origen y la evolución del dinero, el consumo responsable, el papel de los bancos en la economía, y las consecuencias de una mala gestión financiera. También tratan sobre riesgos como el consumo online, las apuestas deportivas y las compras compulsivas.
"Más que una carencia, hablamos de una necesidad. La educación financiera es hoy, más que nunca, necesaria, ya que todo lo que sabemos sobre finanzas personales lo hemos aprendido con la experiencia -muchas veces, a partir de malas decisiones económicas, nuestras o de terceros-, y, seguramente, nuestros hábitos económicos sean mejorables desde el punto de vista de la salud financiera", relata Víctor González, director de Brand & Communications de Intrum España.
Apostar por estos conocimientos desde edades tempranas fomenta hábitos económicos positivos. "Toda edad es buena para tener una mayor educación financiera. No obstante, es en edad escolar cuando uno es más susceptible de aprender este tipo de conocimientos, crear hábitos y moldear comportamientos", apunta González.
Pese a que es necesario incluir estos conocimientos en el currículum escolar, los expertos apuntan a que esto no debe depender únicamente del ámbito académico. "Nosotros abogamos por la formación de las familias. A día de hoy, en España el 90% de la educación sobre finanzas recae sobre las familias y muchas de ellas no tienen estos conocimientos", denuncia la directora general de Nantik Lum.
En una línea muy similar se sitúa el docente de la Universidad Politécnica de Madrid. "La escuela empieza en la casa los padres tendrían que implicarse más. No soy muy optimista porque no veo que en las familias los padres estén muy preocupados por esto", apunta. Para Vega la solución a este problema es muy sencilla: "La única manera en la que yo creo que esto podría llevarse a cabo es que la selectividad incluya preguntas obligatorias sobre esta materia".
González apoya también la idea de que las familias juegan un rol importante en este campo. "La educación financiera también tiene que convertirse en un pilar fundamental en casa. Los padres y madres, como referentes, deben contribuir a estos mensajes positivos enseñando a sus hijos e hijas el valor del dinero y la gestión de sus finanzas para su seguridad financiera futura", concluye.