
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se han reunido este lunes al mediodía con la junta directiva del Cercle d'Economia. Ambos dirigentes han compartido un almuerzo de trabajo con el presidente del lobi empresarial, Jaume Guardiola, y la mayoría de miembros de la junta.
Al encuentro también han asistido otras figuras relevantes del microcosmos empresarial catalán como el presidente de la Fira de Barcelona, Pau Relat, y los empresarios Salvador Alemany, Antón Costas y Javier Faus, todos ellos expresidentes del Cercle.
El jefe del Ejecutivo ha aprovechado su visita exprés a Barcelona, donde esta noche participará en la entrega de los Premios Vanguardia 2024 organizados por el rotativo del Grupo Godó, para tomar la temperatura del empresariado catalán.
Lo hace en un momento delicado para el Gobierno, que intenta sacar adelante el objetivo de déficit de los presupuestos de 2025 frente a la oposición de PP, Vox y también Junts per Catalunya. El voto de los posconvergentes es necesario para aprobar la senda de estabilidad e iniciar así la tramitación de las cuentas públicas. La fecha límite para obtener el plácet de Junts vence el próximo 15 de octubre. El Ministerio de Economía debe enviar a Bruselas su plan fiscal antes de esa jornada.
No ha trascendido el orden del día del encuentro, que una fuente cercana al Cercle ha calificado de "informal". Sin embargo, la negociación de los presupuestos generales del Estado así como los primeros pasos del nuevo Govern del PSC han gravitado sobre la celebración del ágape.
La cercanía entre Sánchez y el lobi barcelonés no pasa desapercibida en los cenáculos metropolitanos. En las últimas jornadas anuales de la entidad, Guardiola urgió al presidente del Gobierno a reformar la financiación autonómica.