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José Manuel González (CESUR): "La inmigración forma parte del cóctel del progreso"

  • "El conformismo es lo que mata a Andalucía", dice para apelar a la necesidad de que las empresas crezcan "por castigo"
  • El empresario reclama mecanismos de financiación adecuados y estabilidad política
José Manuel González en su biblioteca. Fotos: Fernando Ruso

José Manuel González (Sevilla, 1973) habla con pasión de las empresas. Pero si se le pregunta por las joyas de su biblioteca, ese torrente se desborda y salta como un resorte hacia su biblioteca, de dónde extrae dos tomos encuadernados en piel. Una primera edición del Quijote en inglés y una primera edición en castellano de El Origen de las Especies. Sobre esta última obra, precisamente, se apoyó cuando dio su primer discurso como presidente de la compañía multinacional Howden, en 2018. "No que no es más grande ni el más fuerte el que el que el que tiene éxito sino aquel que es capaz de adaptarse a las circunstancias". Cuando se marchó de la multinacional, una persona a la que tiene especial aprecio se lo regaló. Y en estos dos últimos años eso es lo que ha hecho este economista (también estudió Ciencias Políticas) en su retorno a Sevilla: adaptarse, como presidente de la Asociación de Empresarios del Sur de España, CESUR, y con apuestas personales como Bodegas Góngora o INERCO.

¿Cuáles son sus primeras impresiones como presidente de CESUR tras varios meses ya en el cargo?

El balance de los seis primeros meses es muy positivo. Yo ya era socio de CESUR, pero mi nueva posición me ha ayudado a entender la dimensión y el nivel de engagement, de capacidad de alineamiento entre sus socios. Sociedad civil por los cuatro costados. CESUR respira empresa. Es una asociación de empresarios que intenta proyectar el mundo la labor del empresariado, dignificar este papel para acercarlo a la sociedad y para ayudar a crecer a las empresas. Desde ese punto de vista, es un instrumento increíblemente válido. Ya sea en la vertiente educativa, donde trabajamos con programas de emprendimiento en educación secundaria hasta temas de posgrado, y estamos trabajando una cátedra de emprendimiento con una institución educativa; ya sea acompañando al presidente de la Junta de Andalucía en una misión comercial a China; o a través de los premios que concedemos anualmente. CESUR lleva a cabo una labor de pedagogía, de acercamiento y de creación de opinión sobre el empresario que está más en la línea de una sociedad civil activa que en la línea de un sindicato vertical. Es un formato libre, que es lo que le gusta a los empresarios, sentirse libres.,

¿Qué perspectivas ve a medio y largo plazo la economía andaluza? ¿Saldrá Andalucía al fin del vagón de cola, de los subsidios, y será locomotora?

El Sur tiene muchísimo que hacer y muchísimo que decir, y no hablo sólo de Andalucía sino el Sur de España. Hablamos de una zona que vive un momento empresarial boyante y con muy muy buenas perspectivas. Hay una clase de empresarios que verdaderamente quiere asumir un papel de transformación de la realidad. Andalucía necesita fomentar un perfil técnico en sus empresas, más allá del sector primario o el turismo que han sido evidentemente los motores tradicionales de la comunidad.

En la misión andaluza en China, el 100% de empresas eran empresas incluidas eran de carácter técnico. Cunext, que es uno de los principales fabricantes de hilo de cobre en España, Ghenova que es una ingeniería de Sevilla especializada en el ámbito naval y diría la ingeniería a nivel del ámbito naval más importante de este país; Inerco, de la que soy parte y que es una ingeniería líder en transición energética; Ximénez Group, un grupo en especializado en iluminación artística; H2B que es una apuesta por el hidrógeno ,,, Andalucía está proyectando esa imagen.

¿Preocupaciones? El empresariado lo que quiere es estabilidad institucional y punto. Si te ayudan mejor, pero tú lo que quieres es que haya normalidad, y es verdad que la polarización que existe en todo el mundo es incómoda para el desarrollo de una actividad empresarial. Afortunadamente en esta tierra, en el sur, disfrutamos de normalidad institucional, y eso ayuda a que las inversiones florezcan y la confianza crezca. Es cierto que tenemos que intentar acceder al capital en mejores condiciones.

Transformación

Le insisto en el tema de si Andalucía está en condiciones de dejar de ser vagón de cola y convertirse en locomotora, o eso es mucho mucho hablar ahora mismo.

Andalucía, el Sur, tiene la capacidad de transformarse en 30 ó 40 años. No vale eso de que como siempre hemos sido así, y por lo tanto tenemos que abandonarnos a nuestro destino. Me niego. La mitad de las veinte empresas más grandes del mundo nacieron hace quince o veinte, muchas en una zona como California que había creado el caldo de cultivo para que esas empresas prosperasen. Andalucía tiene las condiciones necesarias. Hace falta acercar aún más la Universidad a la empresa, necesitamos un ecosistema de financiación más adecuado, y Andalucia necesita sobre todo dejarse de tópicos como que aquí se vive mejor que en ningún lugar del mundo y no se necesita más. Eso nos entorpece y perjudica la capacidad de progresar, la capacidad de innovar. Pero aquí hay capacidad técnica y creatividad, además de otras cuestiones como clima, infraestructuras … . Yo no digo que vayamos a ser la primera región del mundo, pero yo creo que Andalucía tiene capacidad de reinventarse. Lo que no vale es decir que como siempre hemos sido vagón de cola tenemos que seguir en posición.

¿Qué le saca más de las de tus casillas, el conformismo o la burocracia?

El conformismo, sin duda. La burocracia es algo que hemos comprado. Y no es un problema sólo de Andalucía, sino de Europa. Draghi, que es bastante más listo que yo, ha alertado del exceso regulatorio. Muchas veces la burocracia elimina la innovación, acaba eliminando cualquier vestigio de creatividad. Pero es algo que siempre puedes aligerar. El conformismo, sin embargo, es algo que va mucho más allá, está en el sustrato cultural y filosófico de una sociedad, y eso sí que me indigna porque vivimos en una tierra con oportunidades. Aquí tenemos talento que hay que poner a trabajar. Y si nuestra preocupación es que lleguen unos chicos de África que tienen el valor de buscar un futuro mejor, pues entonces apaga y vámonos. La gente que tiene la responsabilidad de llevar el tren del desarrollo no puede eludirla, porque el conformismo es lo que mata a Andalucía.

¿Cómo se explica que en una comunidad con más de 600.000 parados las empresas tengan dificultades para cubrir tanto perfiles cualificados como otros básicos?

Yo creo que todo forma parte de una gran hipocresía, pero no es lo mismo no encontrar un ingeniero que un perfil no tan cualificado. Andalucía tiene universidades produciendo profesionales técnicos al primer nivel, y cito algunos ejemplos como la Escuela de Ingenieros de Sevilla o Telecomunicaciones de Málaga. Pero se nos van a Madrid u otros destinos es porque aquí no se gana dinero. Si quieres retener el talento en tu tierra, además de decirle lo bien que se vive aquí, que es el tópico del conformismo en el que siempre hemos creído, tienes que ayudar a crear un ecosistema donde surjan esas grandes empresas. Yo veo síntomas de que se está haciendo, y así se puede retener el talento técnico en Andalucía

Después hay otras profesiones en las que falta mano de obra. Profesiones cualificadas, como electricistas o como albañiles y otras. Pero entiendo que lo que falta es formación.

Y además hay un elemento fundamental para que los países progresen, como es la inmigración. Está el caso de Estados Unidos, donde la inmigración ha sido un elemento fundamental para el desarrollo. Eso forma parte también de la ecuación. Sobre la tasa de paro andaluza del 16%, entiendo que es simplemente un número que se echan en cara unos y otros, pero sinceramente no se si es verdad o no.

Su discurso es más favorable a la inmigración de lo que suele ser habitual.

Yo he sido presidente de una empresa en Suiza, y he visto allí muchísimos profesionales muy potentes con apellido español. La inmigración española ha hecho una labor tremenda en países como Suiza o Alemania, donde se tiene una imagen positiva de los españoles precisamente porque era una inmigración trabajadora y seria. La inmigración forma parte del cocktail del progreso. Y además forma parte de nuestra obligación como sociedad, con valores cristianos, de acogida al débil. Pueden darse distintas coordenadas, pero yo creo que si no somos capaces de acoger y de integrar es que tenemos un problema. Uno no puede meter a las personas ahí, en un cuartillo … Yo creo que la inmigración es buena y necesaria.

Cambio vital

A los 50 años dejó usted su puesto de primer nivel multinacional como Howden y decidió comenzar de cero como empresario de Andalucía.

Acepté el puesto de Howden en el año 2018, pero llegó un momento en el que mi misión en ese proyecto ya estaba concluida. Y llegado a ese punto, uno tiene que poner sus capacidades a trabajar en otros ámbitos que hasta ese momento le eran ajenos o desconocidos. Es un ejercicio duro, tienes que cambiar tus dinámicas, pero ahora estoy en el punto de decir que si llego a saber lo bien que estoy lo hubiese hecho antes (ríe). Puedes pensar que a los 50 dejar un puesto como el que yo tenía es de locos. El problema de todos estos cargos directivos es que al final te perpetúas, acumulas riqueza pero te empobreces porque vas aprendiendo cada vez menos. Acceder a la presidencia de CESUR fue para mí entrar en un mundo nuevo totalmente desconocido. Yo no había tenido exposición pública, pero es algo que voy aprendiendo cada día. y encuentro eso más gratificantes que volver a hacer lo mismo una otra vez. Por muy bien pagado que esté.

Y para aprender en el ámbito empresarial ha elegido el mundo del vino, con la adquisición de Bodegas Góngora, una de las bodegas más antiguas de España y seguramente la empresa más antigua de Andalucía. ¿Por qué le da a los ricos por el vino?

(Ríe) Yo voy a desmontar ese argumento. Es verdad que el mundo del vino genera una fascinación enorme, en mi caso de toda la vida, El vino es cultura, es un negocio noble, es un negocio de años de tradición, concentra un montón de las cosas buenas de nuestra tierra. Entiendo que el mundo del vino ejerce un magnetismo especial y, de hecho, si se ve el turismo enológico a nivel mundial, también genera esta fascinación. Entiendo perfectamente que personas quieran vincularse profesionalmente al vino, y yo el primero. Y luego hay una historia personal. Yo llego a Bodegas Góngora porque la décima generación de la familia que ha llevado esta marca compartía pupitre conmigo en el colegio Claret, y es íntimo amigo mío. Yo entro a echarles una mano y descubro que una empresa pequeña, que estaba en ese momento con dificultades, pero que se puede convertir en algo inmenso.Y ahí entra mi faceta de empresario. Yo no compro la bodega para que me dé nombre o reputación, sino porque quiero que la bodega sea el mayor proyecto turístico de su sector en España, vinculando la innovación, abriendo esa bodega al mundo a través de un hotel, de un museo … Hemos contactado al estudio que hizo la propuesta museística para la exposición de Elcano en el archivo de Indias para hacer un proyecto perfecto, con calidad absoluta, olvidándonos de los atajos para estar a la altura de lo que merece una bodega que es un orgullo para Villanueva del Ariscal, Sevilla y Andalucía. Invirtiendo en bodegas Góngora un poquito y bien, puedes transformar de seis empleos a 100. Lo que hace falta son mil proyectos como Góngora en mil sitios diferentes para crear muchos miles de empleos, cambiar la vida de la gente y tener impacto. Eso es lo que me gusta a mí de ser empresario.

Y de la bodega más antigua de Andalucía, a una ingeniería como segunda inversión.

La ingeniería va más en mi en mi ADN, porque mis primeros pasos profesionales fueron en BP vinculado al tema de la energía. INERCO es un misil al que todavía le queda muchísimo recorrido. Tiene un elemento que a mí me gusta mucho: los empleados tienen parte de la propiedad. Yo lo que he hecho es ayudar a los directivos de INERCO a comprar la compañía, y voy a ayudar a multiplicarla por diez. Es buena idea que los directivos que crean valor para una empresa se queden con parte de ese valor. Yo pongo mis inversiones en las cosas en las que creo. INERCO está en un sector clave como es la transición energética. INERCO desarrolló patentes de descarbonización en el año 84, es la primera spin-off de la Universidad de Sevilla y probablemente la primera en Andalucía. Tiene una capacitación técnica en un sector que hoy en día es absolutamente puntero. Necesita tamaño.

Habla a menudo de la dimensión como cuestión diferencial en las empresas. ¿Tan importante es el tamaño?

En Andalucía nos quedamos nuestra pequeña empresa, nos compramos una casa en El Puerto y ya no queremos más. Pero el tamaño es eficiencia y relevancia. Si yo quiero que los ingenieros de Andalucía se queden en Andalucía tendrá que haber grandes empresas que los contraten. Como era Abengoa. Necesitamos empresas de ese volumen, que estén en bolsa, que estén en todo el mundo. Las empresas grandes generan tracción, generan ecosistemas. Yo conozco INERCO desde que tenía 18 años y me planté en la puerta con mi Vespa para venderles seguros. Quién me iba a decir que iba a estar en el consejo. Y les he dicho a los directivos de INERCO que quiero hacerla muy grande. Hay que crecer por castigo, y eso significa complicarse la vida.

¿Prepara ya la tercera inversión?

Aún no se si voy a invertir más ni dónde.

Usted escribe. ¿Cuándo pondrá esas inquietudes en un libro?

Me gusta escribir y empecé con las notas para un libro sobre las enseñanzas de estos últimos 16 ó 17 años. Pero los finales no son exactamente como tú te los imaginabas. Necesito tomar un poquito de más tiempo para que esas reflexiones estén más aposentadas, me encantaría hacerlo porque creo que modestamente puede ayudar a otros.

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