Uno de los principales quebraderos de las familias con hijos cuando llega septiembre es el gasto escolar que van a tener que afrontar. Un coste que no sólo se queda relegado al inicio del curso, sino que se extiende durante todos los meses que dura el periodo lectivo y en el que se incluyen partidas como gasto de comedor, actividades extraescolares o reposición de material escolar.
Así, este año las familias se enfrentarían a un desembolso anual por alumno, de media, de 2.588 euros, según las previsiones de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Este importe supondría un aumento del 18% respecto a 2023, cuando las familias preveían gastar al año 2.189 euros.
No obstante, desde la organización señalan que hay grandes diferencias en función del nivel de estudios y, sobre todo, del tipo de centro en el que se estudia. "El tipo de centro al que se acuda es lo más decisivo y, según esto, el gasto anual puede ir de 1.200 euros de media por hijo en un centro público, a casi 8.000 de media en un centro privado. Entre ambos extremos están los que van a un centro concertado, donde de media gastarán 3.396 euros", explican desde la OCU. A este tipo de centro van el 38% de los estudiantes de la encuesta. El 54% acude a un centro público y sólo un 8% cursa sus estudios en un centro privado.
La matrícula y las cuotas mensuales (o aportaciones voluntarias) son las causantes de estas grandes diferencias. A este respecto, si en la educación pública no existe este gasto, para un centro concertado implica un desembolso, de media, de 1.346 euros, siendo esta cantidad de 5.646 euros en los privados. Otras partidas en las que hay diferencias son el comedor o las clases extraescolares, aunque no son tan marcadas como en el caso de la matrícula.
Si atendemos al nivel de estudios, el periodo lectivo de los niños más pequeños, con más gastos fijos, y de los alumnos de bachillerato sale en general más caro que el de los estudiantes de secundaria.
De este modo, en general, en los centros públicos el alumnado de primaria es el que requiere un mayor desembolso con una media de 1.411 euros por alumno. En el caso de los concertados, es la enseñanza infantil la que implica el mayor gasto (3.720 euros de media al año), mientras que en los privados en cualquier nivel nivel se superan los 7.000 euros anuales de coste para las familias.
Otro parámetro que genera notables divergencias es el lugar de residencia. Como revela el estudio de la OCU, este curso escolar será más gravoso para las familias madrileñas que, de media, gastarán nada menos que 3.422 euros, el doble de lo que se gasta en Andalucía (1.717 euros) o Castilla y León (1.799 euros). En su caso, en la Comunidad Valenciana y Cataluña se superan ligeramente los 2.700 euros (2.725 y 2.708 euros, respectivamente), y en el País Vasco el desembolso es de 2.291 euros, algo por debajo de la media española, que este año supera los 2.500 euros por alumno.
Los libros de texto son, sin lugar a dudas, la partida más costosa para las familias. De media, se requieren más de 200 euros, siendo el nivel de Bachillerato el más exigente con un gasto de 253 euros.
"Si a esto le sumamos 89 euros de material, de media, más el gasto en ropa y calzado... o el consabido uniforme, habitual en muchos centros (de media 181 euros por alumno) y le añadimos el pico que supone pagar el AMPA o asociaciones equivalentes, (34 euros anuales), nos encontramos que equipar al alumno con lo "necesario" para la vuelta al cole puede suponer en torno a 500 euros, sin contar otros gastos", indican desde la OCU.
Todas estas cifras en un contexto en el que 3 de cada 4 hogares viven al día. Y es que entre el 76% y el 88% de los hogares con niños tiene "algunas o muchas" dificultades económicas. De hecho, un 12% tiene dificultades para afrontar la educación primaria o secundaria; un 20% no puede abordar los gastos de actividades extraescolares; un 25% no puede pagar libros; o un 40% tiene dificultades para comprar ropa o accesorios.
Ante este escenario, es importante saber que en algunas comunidades se pueden deducir en la declaración de la renta algunos gastos escolares, concretamente en Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid y Murcia. Por ello, es importante guardar los justificantes de los gastos escolares.
Por ejemplo, en Andalucía los contribuyentes pueden deducir el 15% de lo pagado en 2024 por los gastos de enseñanza escolar o extraescolar de idiomas e informática, con un máximo de 150 euros anuales por cada descendiente que dé derecho al mínimo por descendiente, como recoge la OCU.
En el caso de Madrid se pueden deducir el 5% de los gastos de adquisición de vestuario de uso exclusivo escolar, el 15% de los gastos de enseñanza de idiomas y el 15% de los gastos de escolaridad obligatoria.
Otras comunidades como Aragón permiten declarar la compra de material escolar y libros de texto, las clases de apoyo o refuerzo o los gastos en formación para la autonomía y la vida independiente de menores discapacitados con grado igual o superior al 65%.
Además de las posibles deducciones que pueda haber en las comunidades autónomas, desde la OCU lanzan una serie de consejos para intentar gastar menos: hacer una lista con lo que realmente se necesita; ir sin los niños para evitar tentaciones; comparar precios; aprovechar las ofertas y descuentos; escalonar las compras siempre que sea posible; consultar si hay programas de libros gratuitos; o consultar si hay iniciativas de plataformas o asociaciones para el consumo colaborativo en este tipo de productos.