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Estas siete señales te dirán si estás preparado o no para adoptar un perro o un gato

Adopción de perros y gatos. / Foto: iStock

Adoptar un perro o un gato es un buen acto que siempre se hace con muy buena intención. Sin embargo, esta es una importante decisión en la que entran en juego muchos factores, ya que se trata de la vida de un ser vivo que pasará a depender por completo de su humano, por lo que hay que tener en cuenta una serie de consideraciones.

Así, quienes estén pensando en adoptar un perro o un gato deben replantearse varias cuestiones y verse en determinadas situaciones para decidir dar este paso, todo ello en pro de que el animal encuentre un hogar en el que cubrir, no solo sus necesidades vitales, sino también las afectivas.

10 cuestiones antes de adoptar un animal

En primer lugar, antes de adoptar un animal de compañía, hay que tener constancia de que todos los miembros que conviven en la casa están de acuerdo en la incorporación de un nuevo miembro, ya que hay personas que no están dispuestas a responsabilizarse de una mascota. Aunque un solo miembro asuma todas las responsabilidades del perro o el gato, lo cierto es que se puede crear un muy mal ambiente si hay personas que no quieren tener un animal en caso, una situación complicada tanto para el dueño de la mascota como para la propia mascota.

Si todos los miembros están de acuerdo en acoger a un animal en casa, también para quienes viven solos, es muy importante hacer cuentas: tener un animal conlleva una serie de gastos, sobre todo al principio, que hay que poder solventar de forma desahogada. Comida, accesorios, cama, correa, collar, vacunas, revisiones veterinarias... Si no se tiene muy claro que se van a poder hacer frente a todos los gastos, lo mejor será no adoptar, por el momento, a ningún animal.

Aparte de los gastos más conocidos y típicos que conlleva tener un animal en casa, también hay que tener en cuenta otros gastos extraordinarios, así como algunos inconvenientes que puedan surgir en el hogar. Lo más normal es que, a lo largo de su vida, tanto el perro como el gato puedan cometer alguna travesura en casa, estropear algún elemento del mobiliario o cualquier otro problema. Así, tendrás que cuestionarte, antes de adoptar, si estás dispuesto a que tu perro o gato llene todo de pelos, si podrás hacerte cargo de todas las tareas de limpieza o si consentirás que la mascota estropee algunos de tus bienes más queridos.

Otra de las situaciones que hay que imaginarse antes de que suceda la adopción es la problemática del tiempo. Hoy en día, muchas personas pasan la mayor parte de la jornada fuera de casa, por trabajo o disfrutando del tiempo libre. ¿Estás dispuesto a irte antes de una cena con amigos para pasear a tu perro? ¿Dejarás de lado el afterwok para ir a dar la merienda a tu gato? Si no hay nadie en casa que pueda responsabilizarse de estas tareas por ti, mejor no adoptes ningún animal.

Además, no solo se trata de satisfacer las necesidades de comida o paseos, también hay que tener en cuenta que estos animales van a establecer vínculos con sus humanos, por lo que habrá que dedicarles tiempo de calidad. Los gatos, aunque parecen independientes, se estresan mucho cuando se quedan solos y sin interacción con nada ni nadie, por lo que hay que jugar con ellos y ejercitar sus cualidades de forma frecuente. Igualmente, los perros necesitan salir, hacer ejercicio e interactuar con los humanos más allá de las necesidades básicas.

Quizás no te lo has planteado porque solo pasa un par de veces al año, pero, ¿y las vacaciones? Esta es otra de las cuestiones a plantearse. Muchas familias ven en su mascota un problema cuando llega el verano u otras vacaciones a lo largo del año y nadie puede hacerse cargo de su perro o gato en ese tiempo. Sobre todo, en el caso de los gatos, que no se adaptan bien a los cambios, hay que tener en cuenta este factor para evitar cambiar su lugar de residencia o evitar que se queden solos en casa un largo periodo de tiempo. Si no tienes a alguien de confianza que pueda cuidar a tu mascota, mejor no adoptes.

No es lo más habitual, pero, en ocasiones, algunos perros y gatos presentan problemas de conducta que, a la larga, pueden acarrear problemas graves. Esto, desde un principio, va a suponer al dueño una mayor inversión de tiempo, a veces también de dinero, para poder educar y saber llevar a su mascota. Así, antes de adoptar, también conviene conocer los tipos de conducta, la manera de educarlos y la forma en que se comportan, en general, estos animales.

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