
El verano es el momento ideal para descubrir lugares nuevos ya sea solo o en familia. Muchos son los que deciden invertir en diversión para explorar nuevos rincones, pero aunque el destino sea un resort de lujo no hay garantía de que esta experiencia sea como te esperas. Así han vivido estos días los 52 turistas en el resort de Radissson Blu (5 estrellas y ubicado en el norte de Marruecos).
El viaje estuvo organizado por una agencia que se encargó de gestionar su hospedaje, pero la experiencia fue totalmente distinta a como se la habían imaginado. A su llegada, a las 2.00 horas de la madrugada, los turistas se dieron cuenta que sus habitaciones ya estaban ocupadas por otros residentes. Un primer paso que indicaba que algo no andaba bien, pero que no sería ni de lejos lo peor de sus estancia.
La espera hasta que se les asignaran las nuevas habitaciones fue de aproximadamente seis horas, pero las condiciones higiénicas de estas brillaban por su ausencia. No es de extrañar que 48 de los 52 residentes acabaran enfermos, algunos de ellos hasta tuvieron que ser hospitalizados.
Una vez que llegaron al límite de lo que podían soportar llamaron a la agencia, pero de ella no recibieron respuesta alguna. En este sentido, y pasada ya una semana, algunas de estas "víctimas" han querido hablar para que lo vivido no quede en el olvido y así demandar a la agencia organizadora.
Joaquim Mendes fue uno de esos turistas, que además invitó a toda su familia para pasar estas vacaciones: "Todos sentimos la incomodidad de tener que permanecer en habitaciones con diarrea, dolores de estómago o malestar", comentaba a la CNN Portugal después de que casi toda su familia sufriera algún tipo de malestar. "El comedor estaba grasiento, hasta el punto que la madre de mis hijos se cayó y se golpeó la cara contra el suelo", finalizaba.
Helena Silva puso el contexto hablando del momento en el que llegaron al resort: "Nos informaron que no había más habitaciones para ese grupo, que tenía viajes en común adquiridos a través de la agencia Abreu". "Abrimos la puerta y la habitación estaba ocupada. Había gente durmiendo, con los calcetines en el suelo".
Sin embargo, no es solo que su historia se conozca, sino que reclaman una disculpa y un reembolso total por parte de la agencia: "Pagué alrededor de cuatro mil euros por esta semana de martirio".
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