
Las medidas para afrontar la crisis hídrica en Cataluña constituyen el primer desafío del nuevo Govern liderado por Salvador Illa. El ejecutivo autonómico quiere que en 2027 la comunidad genere el 70% de agua que consume gracias a la depuración y la desalinización. Hoy solo produce un tercio mediante ambos métodos. La elevada dependencia de la lluvia ha provocado que, ante la sequía que ha asolado la región durante los dos últimos años, se hayan tenido que aprobar severas restricciones al consumo tanto de familias como empresas.
Para revertir esta situación, la portavoz y consejera de Territorio, Sílvia Paneque, ha explicado que el gobierno autonómico ampliará y acelerará la hoja de ruta contra la sequía heredada de ERC que contiene inversiones en infraestructuras del ciclo del agua. Una de las principales novedades será la construcción de una cuarta desalinizadora al norte de la Costa Brava, en la comarca del Alt Empordà. Se ubicará en una zona que depende del embalse de Darnius Boadella y el acuífero del Fluvià Muga.
Este proyecto tendrá un presupuesto aproximado de 200 millones de euros y una capacidad de 15 hectómetros cúbicos. La nueva instalación se sumará a las desalinizadoras en funcionamiento de El Prat de Llobregat y de la Tordera en Blanes --esta última cuadruplicará su capacidad de 20 a 80 hectómetros cúbicos--. El Govern también proyecta una tercera central en Foix (Garraf) con un volumen de 30 hectómetros cúbicos.
Tanto las nuevas desalinizadoras de la Costa Brava y Foix como la ampliación de la de Blanes se financiarán por parte del Estado. La consejera ha cifrado en 2.000 millones de euros la valoración global del plan de inversiones autonómico, que ha contrastado con los 1.000 millones que ha dicho que había previstos a día de hoy. "Doblamos las inversiones previstas a lo largo de ahora con horizonte de 2040", ha asegurado.
Regeneración del agua
En paralelo, el ejecutivo catalán acortará los plazos para dimensionar las plantas de potabilización del Ter y Abrera, así como para aumentar la producción de agua regenerada.
La tecnología de regeneración permite reciclar las aguas grises para usarlas en el riego de zonas públicas, la agricultura o la recarga de acuíferos, aunque no garantiza el consumo humano. Para ello se replicará el modelo circular puesto en marcha en el río Llobregat en la zona del Besòs, aunque esta medida se retrasará hasta el año 2033. Hasta entonces, el Govern prevé trasladar los caudales de agua residual desde el Besòs hasta la depuradora de El Prat de Llobregat gestionada por Aigües de Barcelona.
Esta batería de actuaciones pretende que los recursos hídricos de Cataluña no dependan tanto de la pluviometría y las fuentes superficiales como pantanos y ríos. Para organizar todas las medidas se aprobará una nueva ley de transición hídrica.