El centro de transformación de la calle Mago de Oz del Polígono Sur de Sevilla ardió por completo la pasada madrugada debido a una sobrecarga en la red. Se trata de una instalación que da servicio a 112 clientes con contrato, pero con capacidad para atender hasta a 1.400 hogares. Doce veces más de la capacidad contratada. La sobrecarga ocurrió además a medianoche, cuando el consumo doméstico es menor. Endesa asegura en un comunicado que la causa del incendio es el consumo masivo y fraudulento de plantaciones de marihuana, que demandan energía 24 horas al día. La guerra de la marihuana en Sevilla se libra en el suministro eléctrico que roban las plantaciones, con miles de vecinos como rehenes.
El centro incendiado es uno de los que sufre habitualmente problemas de sobrecarga. En 2020 Endesa lo renovó y amplió su potencia con dos nuevos transformadores de 1.000 KVA. Desde entonces la capacidad de la instalación es doce veces superior a la que pueden necesitar los clientes que pagan su recibo en el barrio. Y aún así sigue siendo insuficiente para atender toda la demanda.
La instalación está digitalizada. El centro se opera a distancia y tiene sus parámetros monitorizados: "Una vez analizados, evidencian los comportamientos de consumo en la zona, algunos de uso doméstico y otros consumos desmesurados que responden a una demanda continuada en el tiempo, 24 horas al día, todos los días de la semana, tipología de consumo de las plantaciones de marihuana indoor", explican en Endesa.
La pasada madrugada el calentamiento por sobrecarga pasó de hacer saltar los fusibles, como ha ocurrido en otras ocasiones, a fundir literalmente el centro de transformación, que ha quedado completamente calcinado e inservible.
Rehenes
Endesa instala durante el día de hoy un grupo electrógeno para garantizar el suministro a sus clientes con contrato. Hay una fuerte respuesta vecinal a los continuos cortes de suministro. En la calle, ante las administraciones y en los juzgados. Endesa está en el punto de mira de los vecinos. La respuesta de la compañía está en los datos: sus transformadores arden sin apenas clientes. Sus reivindicaciones para que se aumente la potencia, al final, acaban beneficiando a la industria de la 'maría', que es la que realmente explota las mejoras, lleva al límite la capacidad de la red, con lo que provoca cortes y lleva a los vecinos a exigen más potencia aún. Y vuelta a empezar.
"Mientras los técnicos valoran los daños y estudian cómo proceder ante esta situación que se reitera en la zona, como indican las conclusiones de la reciente auditoría de la Junta de Andalucía". Esa auditoría concluía que los continuos cortes de suministro que sufren algunos barrios de Sevilla no son causados por falta de potencia en el suministro, aunque evita entrar en el fondo del asunto: las plantaciones de marihuana, que según Endesa están detrás del problema.
"Estos excesos de demanda están originados por plantaciones de marihuana que introducen consumos casi industriales en zonas residenciales (una plantación de marihuana indoor consume como 80 viviendas de 100 metros cuadrados), cuya red de distribución no está diseñada para este fin, lo que genera sobrecargas fraudulentas que pueden derivar en sobrecalentamientos de los centros de transformación, como ha ocurrido en este caso", aseguran en la compañía.
Seguridad
En los últimos 4 años se han incendiado 16 centros de transformación en las zonas de Sevilla más afectadas por el fraude, "lo que supone un grave riesgo para la seguridad de las instalaciones y de las personas que conviven en estos entornos", según Endesa.
Desde 2020 la compañía eléctrica ha invertido más de 3,5 millones de euros en actuaciones de mejora en la calidad y seguridad de los suministros eléctricos en el Polígono Sur de Sevilla. Se trata de barrios donde no hay crecimiento de la demanda por nuevas construcciones o ubicación de empresas que demanden más suministro. Este plan de refuerzo que se ha llevado a cabo en los últimos años ha supuesto un aumento de la capacidad de las redes en un 60%.
La compañía destaca que este tipo de enganches en zonas residenciales ponen en grave riesgo la seguridad de todos los vecinos.
Para Endesa actuar en estas zonas para hacer reparaciones o para control del fraude es realmente complicado. "Las reparaciones en la red de distribución se tienen que hacer bajo el auxilio de la Policía Nacional o Policía Local. Además, los técnicos de Endesa tienen que acudir con el rostro tapado, por indicación expresa de los agentes de la autoridad, para que no se les reconozcan en las intervenciones conjuntas de corte de suministros fraudulentos".
