
Como decía aquel anuncio de Mastercard, ganar la Eurocopa no tiene precio. Hacer felices a cientos de miles o millones de personas por el mero hecho de ganar un torneo deportivo es la mejor recompensa que un jugador de fútbol profesional puede tener, aunque no la única. Este tipo de competiciones suelen ser un gran escaparate internacional a la hora de buscar un nuevo equipo, así como un escenario inigualable en el que dejar huella en la historia. Pero también suponen una jugosa paga extra de verano.
Para la presente Eurocopa de 2024, que se disputa en Alemania, la organización del evento (UEFA) prevé ingresar casi 2.500 millones de euros, de los cuales 1.440 millones de euros en derechos televisivos y 300 de la venta directa de entradas. No obstante, los jugadores no percibirán la misma cuantía independientemente de su selección, sino que ganarán más o menos dinero en función del país al que pertenezcan. Esto se debe a que el grueso de los botines que cada jugador percibe procede de las primas que su propia selección reparte.
En el caso de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), el organismo acordó junto a los capitanes que los jugadores percibirían el 30% de los ingresos que la Selección perciba en el torneo, a repartir entre los 26 convocados. Estas cantidades variables procederán directamente de lo que perciba la RFEF según avance en la competición.
- Simplemente por participar en la fase final de la Eurocopa (clasificación que selló en octubre de 2023), la UEFA otorga a los equipos participantes 9,25 millones de euros.
- Por ganar cada partido de la fase de grupos brinda un bonus de 1 millón de euros, mientras que por empatar, de 500.000 euros.
- Por clasificar para los octavos de final, 1,5 millones de euros.
- Por clasificar para cuartos de final, 2,5 millones de euros.
- Por clasificar para semifinales, 4 millones de euros.
- Al finalista perdedor, 5 millones de euros.
- Al campeón, 8 millones de euros.
Si hacemos cuentas, obtenemos que la Selección ha cosechado hasta el momento un premio de 20,25 millones de euros, que a repartir entre cada jugador se quedarían en 233.653 euros por ganador. En caso de ganar a Francia y perder en la final, la prima ascendería hasta casi los 300.000 euros. De ganar la final, la RFEF prometió aumentar el porcentaje de la prima hasta el 40%, por lo que, de lograrse, cada jugador obtendría 434.615 euros.