
Las perspectivas para el Partido Conservador en Reino Unido son desoladoras, anticipándose a una caída vertiginosa que podría dejarles con menos de dos dígitos en el parlamento en las elecciones generales anticipadas que se celebrarán este 4 de julio. La derrota se vislumbra histórica, con la posibilidad real de que Rishi Sunak pierda su escaño en Westminster, lo cual sería un golpe sin precedentes para los 'tories'.
"Los laboristas podrían lograr su mayor mayoría en la historia política del Reino Unido", sentencia un ministro cercano a Sunak, a menos de un día de unas elecciones que amenazan con ser el peor revés para los conservadores.
Este descalabro no solo sería histórico, sino también podría marcar el fin del mandato del actual inquilino de Downing Street, quien podría perder su asiento en la circunscripción de Richmond & Northallerton, en Yorkshire, algo nunca visto para un primer ministro en funciones.
El primer en abandonar el barco ha sido el ministro de Trabajo y Pensiones, Mel Stride, uno de los aliados más fieles de Sunak, quien ha reconocido públicamente lo que todas las encuestas señalan: los 'tories' se encaminan hacia una derrota frente a un Partido Laborista que podría alcanzar una aplastante victoria con más de 400 escaños.
Con la popularidad del primer ministro conservador Rishi Sunak en mínimos históricos, las encuestas favorecen al líder laborista, Keir Starmer, quien asumió el liderazgo en 2020 tras un desastroso resultado electoral para su partido. Starmer, abogado y defensor del NHS, busca devolver al Partido Laborista al centro y servir a los trabajadores británicos.
Las políticas de Sunak
Sunak defiende que sus políticas han marcado un cambio significativo, pero los analistas discrepan, indicando que persisten grandes desafíos económicos. Tras una breve recesión en 2023, el PIB británico creció modestamente un 0,7% en el primer trimestre de 2024, proyectándose un crecimiento anual del 0,8%. Sin embargo, el crecimiento del PIB per cápita ha sido extremadamente lento, avanzando solo un 4.3% entre 2007 y 2023, comparado con un 46% en los 16 años anteriores.
A pesar de una inflación que ha bajado al 2% en mayo desde más del 11% durante la pandemia, el costo de vida sigue siendo alto, especialmente en alimentos. La tasa de desempleo es del 4,4% y los tipos de interés están en el 5,25%, mientras que la deuda nacional ha alcanzado el 99,8% del PIB, limitando el margen fiscal del próximo gobierno.
Según Gregory Thwaites de Resolution Foundation, el Reino Unido enfrenta desafíos críticos en crecimiento económico, empleo, fiscalidad y desigualdad. La economía británica está rezagada respecto a otros países industrializados, lo que Thwaites atribuye en parte al Brexit, calificándolo como un "desastre" que ha afectado negativamente la inversión extranjera y encarecido el comercio con la UE.
Thwaites sugiere que un gobierno laborista podría mejorar la situación negociando un acuerdo comercial mejorado con la UE y reformando el costoso sistema de planificación del uso del suelo. Además, propone aumentar la inversión pública y revisar el sistema tributario para facilitar transacciones inmobiliarias y empresariales, aunque estas medidas podrían requerir endeudamiento si los ingresos fiscales no aumentan como se espera.
Aparición estelar de Johnson
Ante este panorama, todo lo que pueden hacer los conservadores es lanzar sus últimos llamamientos desesperados para evitar una victoria abrumadora de los laboristas. Por ello, el exprimer ministro Boris Johnson ha hecho una aparición inesperada en la campaña. En su mitin, Johnson agradeció brevemente a Sunak por su participación en la campaña, pero evitó enumerar públicamente los logros del primer ministro en funciones, dejando perplejos a los 'tories' presentes. Aprovechó la ocasión para defender las políticas que él había promovido durante su mandato, algo sorprendente.
Su discurso se centró en advertir sobre el "desastre absoluto" que enfrentaría el Reino Unido si los laboristas ganaran el jueves, estableciendo un gobierno de cinco años que sería "el más izquierdista desde la guerra". "Tenemos 48 horas para salvar al Reino Unido del peligro", llegó a afirmar, en medio de encuestas que hunden al Partido Conservador.
Sobre las encuestas
En el mejor escenario posible, los conservadores aspiran a repetir la derrota de 1997, cuando Tony Blair consiguió una mayoría absoluta, obteniendo solo 165 escaños. Sin embargo, se espera que esta debacle sea mucho peor.
Las proyecciones actuales son casi catastróficas. YouGov otorga al partido de Sunak 108 escaños, lo que supone una pérdida de 257 escaños. En contraste, los laboristas podrían lograr 425 escaños según esta encuesta, un aumento de 223.
Los datos de las proyecciones de More in Common muestran una tendencia similar: 155 escaños para los conservadores y 406 para los laboristas. Electoral Calculus va aún más lejos al prever que los conservadores podrían quedarse con apenas dos dígitos, 61 escaños, mientras que los laboristas arrasarían con 470, y los liberales se posicionarían en segundo lugar con 71.
Estas cifras marcan un cambio monumental en la política británica, con el próximo gobierno, probablemente liderado por laboristas, enfrentando el desafío de revitalizar una economía estancada y mejorar las condiciones de vida en un momento de precios elevados y estancamiento salarial.
"Mañana es probable que veamos una arrolladora mayoría laborista, la mayor nunca vista en este país", ha afirmado Stride, que en una entrevista a la BBC ha abogado por que su partido decida ya qué tipo de oposición quiere hacer al futuro Gobierno de Keir Starmer.
Después de 14 años de dominio conservador, todas las señales apuntan hacia una victoria contundente del Partido Laborista de Keir Starmer. Aunque Rishi Sunak insista en que sus políticas han marcado un punto de inflexión, los analistas indican que queda mucho por hacer para corregir el rumbo económico del país.